No quiero que se vaya //parte 5// Final

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La mañana siguiente llegó, al igual que el día en el que Moon se partiría en dirección a Sinnoh, el avión saldría a las 7:45 pm de la noche, las maletas y medicamentos estaban listos y empacados junto a la ropa y recuerdos de su estadía, además de que iba a dejar las llaves de la casa a su dueño, dado que era rentada de parte del profesor Kukui y la profesora Burnet. Moon ya estaba casi lista para partir a su lugar de origen.

Ese día, Moon se dirigió a la sala para ver si Sun ya estaba mejor, este estaba profundamente dormido. Esta chica se acercó a él y se sentó a su lado a acariciar su cabeza levemente, le parecía tierno que el chico con sonrisa de gato durmiera plácidamente. Dejó de hacerlo al escuchar el timbre, fue a abrir la puerta y para su sorpresa, la pareja de profesores dueña de la casa estaban ahí parados.

-Profesor Kukui, Profesora Burnet, justo iba a ir con ustedes luego y devolverles las llaves de la casa.

-Justo de eso queríamos hablarte Moon- respondió la profesora deteniendo a la chica de sus actos. -Lo hemos pensado después de hablar con Sun ayer.

-¿Hablaron con él?

-Anoche, sí- prosiguió el profesor- dijo que pensabas volver a Alola cuando cures al Piplup en Sinnoh, y creo que sería correcto cederte las llaves de esta casa -dijo sonriéndole a la chica.

-¿E-es enserio?- dijo sorprendida la menor

-¡Claro!- dijo la profesora tomando las manos de la chica- has ayudado a Alola en una crisis y eres como una hijita para mi, quiero que tengas un lugar al cual regresar, Alola es tu hogar, Moon, ¿verdad querido?

-Por supuesto

-Y-yo...no sé que decir...¡gracias a ambos! ¡Cuidaré bien de la llave!- dijo sonriendo Moon.

-Enserio quisiéramos acompañarte al aeropuerto esta noche, Moon, pero tenemos cosas que hacer esta noche, pero Cuídate mucho ¿sí?- dijo la profesora Burnet, apunto de irse junto a su esposo.

-Buena suerte en tu viaje Moon, cuida de la Rotomdex.- Dijo el profesor y finalmente se fue con su esposa.

-Adiós, Cuídense mucho- dijo cerrando la puerta, y volvió a acercarse a Sun, quien se estaba moviendo- ¿se habrá despertado?

-Mmm...- el chico empezó a abrir los ojos y se sentó en el sofá, tocando su cabeza- aaah...¿ya es de mañana?

-En efecto- respondió Moon a su lado.

-Mmm...¿sabes? Solo por hoy no trabajaré...- dijo Sun somnoliento y bostezando.

-¿A qué vino ese repentino cambio?- preguntó confundida la chica.

-Es que...pues...quiero estar contigo...hasta que te vayas...si...si no te molesta- dijo mirando a otro lado con un leve sonrojo. La chica solo sonrió.

-Claro que no me molesta.

Desayunaron y Sun se cambió la ropa con una de repuesto que tenía, los 2 salieron de la casa, la cual vió Moon por una última vez y empezaron a caminar por ciudad Hauoli, se encontraron con Hau en el camino, el cual estaba en su amada tienda de malasadas, pero curiosamente no eran para él, sino para Moon, era su regalo de despedida para la dama veneno esperando que regrese a Alola algún día. Los 3 hablaron muy alegres hasta que se encontraron con Gladion y Lillie que también estaban en la ciudad, Lillie compró unos accesorios para Moon, desde hace un tiempo aprendió a elegir las cosas por si cuenta, así que eligió unos muy lindos para que Moon no la olvide a ella, ni a Gladion porque él también aportó en algunos accesorios. Ellos 2 junto a Hau, acompañaron a Sun y Moon paseando por varios lugares de Melemele, incluso saludaron a Hala e Ilima, quienes también le dieron recuerdos a Moon para su partida. Todos convivieron muy felices, pero como el dicho dice, todo lo bueno termina, el ocaso se acercaba, Lillie, Gladion y Hau se tuvieron que ir por compromisos, Ilima y Hala discutían sobre el próximo recorrido insular, mientras Sun y Moon se dirigían al aeropuerto.

-Hey, Moon- dijo caminando junto a la chica en el aeropuerto- ¿Te gusta Alola?

-No...me encanta...- dijo con una sonrisa sincera.

-Jeje, sabía que no podías ser tan seria y pensar en resultados y esas cosas, señorita veneno. -dijo en un tono gracioso

-Claro mensajero torpe- dijo en el mismo tono.

-¡Oye!

-Jeje- rió levemente la chica

-Jeje...¿Sabes? Antes pensaba que...debías sonreír más seguido, tu sonrisa es linda- dijo Sun un poco sonrojado.

-¿Eso es un alago?

-Hum...sí jeje...

-Yo la verdad creía que curarte era muy molesto...pero sentirme necesitada...se sentía bien..es por eso que pienso volver a Alola cuando cure a Piplup y no tenga arrepentimientos- dijo volteando a mirar al chico -y cuando regrese...quizás podamos salir.- dijo un poco sonrojada

-¿E-estás diciendo...qué s-sientes lo mis-mismo que yo? ¿C-cuándo dije que m-me gustabas??- empezó a tartamudear el muchacho al escuchar a la chica y recibir un cálido abrazo de la misma.

-Por supuesto que sí...- respondió dándole su abrazo- tú también eres especial...créeme...

-Moon...- se asomó a ver el gran reloj que estaba en el aeropuerto- ...Prometeme...que volverás...

-Lo prometo sin duda...- dijo soltándolo y mirarlo a los ojos y hacer el gesto de saludo de Alola que tanto se negaba a hacer- ...Alola...- dicho esto tomó sus maletas y empezó a buscar ls terminal donde estaba su avión.

Tiempo después...el avión de Moon despegó y se empezó a ver desde los cielos de Alola cuando la luna estaba en lo alto. Sun estaba sentado a la orilla de la playa de ciudad Melemele viendo el avión surcar los cielos, donde andaba la persona que quería...

-...¡¡¡R-Regresa pronto Moon!!!- empezó a gritar en dirección al avión, obviamente no recibió respuesta alguna, más sin embargo, creía en la promesa de su amiga. No, no su Amiga. La persona a la que quería y apreciaba.


(...)

Del aeropuerto en Melemele, después de 2 años, aterrizaba un avión. Alguien que conocemos perfectamente baja de la terminal y aterriza en una región tropical alejada del resto.

-...He regresado...Sun...











Yyyyy eso es todo lo que tenemos de Deliveryshipping.

Espero les haya gustado y sigan leyendo las próximas historias que tendremos a continuación.

Att: Liz-Pokefan

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