Eres un estudiante becado de la prestigiosa Academia Hyakkaou. Crees que puedes cambiar el sistema por dentro, pero tus planes cambian radicalmente...
(Y/N): Tú Nombre
Ha pasado una semana desde que la Presidenta se fue sorpresivamente de la Academia. Estoy de pie al lado de Sayaka en la oficina de reuniones del Consejo Estudiantil.
Los hechos siguen frescos en mi memoria:
Después de una extensa jornada junto a Midari, Kirari me pidió reunirme con ella en un bosque a las afueras de la ciudad para que pudiera despedirme, estaba oscureciendo, pero no pude negarme a sus órdenes.
Fue muy impresionante ver un helicóptero de cerca. Junto a la Presidenta, estaba la chica enmascarada.
— Como una buena mascota, eres muy fiel (Y/N) — distinguí sus palabras entre el ruido que producía las hélices del helicóptero.
Kirari lucía más bella que nunca a la luz de la luna.
En un gesto inesperado, tomó mi mejilla derecha y me besó suavemente en los labios en presencia de la Vicepresidenta.
Me sonrojé demasiado al sentir algo de afecto de su parte.
— Te extrañaré Fido.
— Yo igual… — comenté bobamente.
— ¡Presidente! ¡¿ A dónde va?!, ¡¿Y por qué no me había dicho nada de esto?! — oigo la voz desesperada de Sayaka entre el sonido de las hélices.
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— Me iré de la escuela solo un tiempo, hay algo importante que debo hacer.
— Pero no es un buen momento, ayer, la señorita Ikishima y Yumeko Jabami…
— Ya lo sé — interrumpe — por eso debo encargarme de esto.
La Presidenta acaricia la mejilla izquierda de su secretaria.
— Puedes lidiar con lo demás como tú quieras Sayaka, cuento contigo.
— Pero…presidente, yo la necesito aquí.
— ¡Suficiente! — exclamó, creando un silencio entre nosotros.
Sin perder más tiempo, se subió al helicóptero y se marchó dejándonos a nosotros tres con más preguntas que respuestas.
Debo admitir que la extraño, tal vez sea el síndrome de Estocolmo o algo así. Su presencia era imponente y mantenía un cierto orden dentro del Consejo.
Miro disimuladamente a Sayaka, la expresión de su rostro es de total desesperación.
— Yo también pienso lo mismo.
— ¿De qué estás hablando (Y/N)? — saco a Sayaka de sus pensamientos.
— Que sin Kirari, el Consejo Estudiantil no tendrá rumbo alguno, el poder que ejercía la Presidenta era el que los mantenía unidos.
— Lo sé, y me siento desesperada.
— Ha pasado una semana desde que Ikishima se avergonzó a su misma y la Presidenta no ha venido a la escuela, ¿Por qué? — pregunta Manyuda ante todos.
