Mansión Winston ✔

Primera descripción

La Mansión Winston, construida entre 1953 y 1958, y fundada oficialmente como una casa de ayuda a familias de pocos recursos en 1962, es uno de esos edificios cuya fachada da la impresión de ser acogedora y hermosa tanto por fuera como por dentro. Y lo es. Sus paredes revestidas con ladrillos marrón rojizo y sus tejados de color rojo oscuro crean un bello contraste con el paisaje verde que la rodea. Su ubicación es alejada de la ciudad, se podría decir que está en un lote en medio del bosque, pero no esos bosques de películas de terror con un cartel que dice "ALÉJESE", al contrario, es un lugar tranquilo donde cualquiera quisiera vivir.

La Mansión Winston lleva el nombre de su creador y único propietario el señor Albert Romeo Winston, un hombre adinerado quién siempre tuvo la necesidad de ayudar a su comunidad o esa era la impresión que quería dar. Winston nació en Worcester, un pequeño poblado al noroeste de Londres. Su familia provenía de una larga línea de duques y gente poderosa, pero muy poco se sabe de su pasado. A la edad de diecisiete años ya graduado de la escuela secundaria decidió viajar, recorrer el mundo ya que no estaba en sus planes estudiar una carrera universitaria, lo que disgustó a sus padres pero que sorprendentemente dejaron pasar. Visitó países como Alemania, Polonia, Francia, España y Escocia, en esta última fue que se enamoró perdidamente de una jovencita llamada Marcia Gardner que trabajaba en una librería local, con diecinueve años Albert reconoció que había encontrado al amor de su vida, la mujer con la que se casaría, y así lo hizo. Winston se trasladó a Inverness, lugar donde residía Gardner y se casaron dos años más tarde en la Iglesia de St. Stephen el veintitrés de Junio de 1952.

Durante los tres años que llevó viajando, Winston fue testigo no sólo de las maravillas que cada lugar mostraba sino también su lado oscuro. La gran pobreza que en ese tiempo se escondía detrás de muros despertó una alarma interna en Albert y deseo poder ayudar a quien lo necesitara. Por este motivo, luego de contraer matrimonio se le ocurrió la loca idea de construir un lugar, un hogar para personas, familias en situaciones extremas. El dinero nunca fue un problema y los planos podían ser elaborados por su fiel amigo de la infancia, Paul James, quien en ese momento se encontraba estudiando la carrera de arquitectura. Aun sabiendo la magnitud de este ambicioso proyecto, esta idea fue secundada por su esposa y comenzaron a construir lo que más tarde sería la mansión Winston.

Todo parecía estar a favor de Albert.

El gran edificio fue un éxito, contaba con másde treinta habitaciones, cincuenta y siete baños, dos cocinas, salas dedescanso, y lo más importante, trabajo. Winston siempre encontraba algún puestopara que las personas que vinieras a quedarse pudieran también ganarse unsustento. Los trabajos iban desde ayudar en tareas domésticas como enalbañilería, mantenimiento, etc. Les daba la oportunidad de un comienzo hastaque pudieran conseguir algo mejor si es que así lo querían.

Ese fue el comienzo de una serie de desventuras.