"La belleza es el misterio de la vida. No está en los ojos sino en la mente".
-Agnes Martin
Peter se detuvo a unos metros del edificio. Podía ver las ventanas a oscuras, eran pasadas las once de la noche y todos deberían estar durmiendo. Suspiré. Por alguna razón no quería que nadie supiera que había llegado. Es decir, todos supieron que Peter me había invitado a salir y no quería ser el centro de atención.
-Gracias por esta noche, de verdad me divertí-comenté sonriendo mientras Peter abría la puerta del acompañante. Realmente me divertí, no fantasmas, no situaciones extrañas, salvo por el pequeño detalle de la aparición de Pierce, lo que rondó en mi cabeza por un tiempo hasta que Peter me llevó a un pequeño mirador que no se encontraba muy lejos del pueblo. Hablamos y reímos mucho, hasta me compartió de una caja llena de dulces que guardaba secretamente en la guantera del auto. Esta era la distracción que necesitaba luego de la semana que tuve.
-Podríamos volver a intentarlo, antes de que te vayas-dijo un tanto nervioso lo que a mis ojos lo volvió muy tierno.
-Podríamos-contesto con una leve sonrisa y camino hasta la casa pero luego de unos pasos escucho mi nombre, volteo y veo como Peter se acerca y sin esperar un segundo me besa. Me sorprendió tanto que no pude moverme pero luego de sentir sus suaves labios le correspondí.
Se separa de mí con lentitud pero su rostro aun continúa cerca el mío.
-Lo siento, pero sé que mañana me hubiera arrepentido mucho de no haberlo hecho-sonrió son ternura. No pude decir nada cuando se acercó buscando otro beso pero nuestro momento fue interrumpido por una tos.
Ambos volteamos hacia la persona culpable y encontramos a Thomas mirándonos, corrección, mirándome serio.
-Lo siento, ¿interrumpí?-se disculpó con falsedad. Frunzo el ceño involuntariamente mientras lo miro con molestia.
-Descuida amigo-contesta Peter sonriéndole- ya me iba-voltea hacia mi- te veré luego Eve, descansa-y con eso camina hasta su auto y asiente con la cabeza antes de marcharse.
Saludo hacia su auto y veo como conduce hasta que está fuera de mi vista, sólo en ese momento volteo hacia Tom.
-¿No deberías estar en tu cuarto?-pregunto acercándome hacia él.
-¿No deberías estarlo tú?-imita mi accionar y levanta una ceja.
-No me contestes con otra pregunta-replico con fastidio. Me encamino hacia la casa, Fiona me había dado una llave para entrar pero Tom ya había abierto la puerta así que directamente la abro con el propósito de dirigirme a dormir.
-¿Estás enojada?-Lo escucho preguntar detrás de mí.
-¿Por qué debería?
-Porque sin querer arruiné tu momento con Peter, aunque ahora que lo pienso bien-hace una pausa- debería felicitarme a mí mismo-no necesito voltear para saber que está sonriendo- nadie debería besar en la primera cita-me giro para mirarlo a la cara.
-Claro, porque tú ni siquiera esperaste a tener la primera para besar a Alex-sonrío de lado y continúo caminando.
-No hay nada entre Alex y yo-llega a mi lado para tomar mi brazo-¿estás celosa?
-Creo que dejé en claro que no me importa lo que pase entre ustedes, sólo lo dije para darte una referencia de que lo que dices es estúpido-logro soltarme de su agarre cuando escuchamos pasos cerca de la escalera. La luz es tenue por lo que es difícil saber de quién se trata.
Tom agarra mi mano y me conduce con prisa hasta uno de los armarios más cercanos. Afortunadamente ninguno de ellos tiene llave.
El espacio es muy reducido, y siento la falta de aire apenas entro. También siento calor...seguramente por el cuerpo pegado a mí.
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Mansión Winston ✔
غموض / إثارةUn pasado que busca terminar una historia y un presente que se ve envuelto en preguntas, misterios y un árbol genealógico confuso. Esta casa esconde secretos, traiciones, un amor olvidado y oculto en lo más profundo de sus cimientos, un destello de...