Capítulo 19

31 7 1
                                    

"Si todo esto es ilusión, señor Shimoda, entonces ¿qué es lo real? Y si la vida es ilusión ¿por qué la vivimos?"

Richard Bach

Salimos del cine luego de ver la última entrega de Piratas del Caribe, debo admitirlo, Peter eligió bien. Aunque para ser honesta, hubiese visto cualquier cosa. Me siento mal diciendo esto pero lo que menos me interesaba ahora era esta salida. Peter ha sido un completo caballero desde que me buscó, y se ha comportado como el chico que la mayoría de las mujeres amamos, respetuoso, gracioso y con un look de chico malo al que quieres llevar a casa luego de la primera cita.

El estaba haciendo todo bien, sin embargo mi mente estaba en otro lado. Principalmente pensaba en el molesto cosquilleo detrás de mi cuello. A ese paso siento que Jeremías es como mi mascota.

Me sigue a todas partes.

Aunque realmente espero que no sea él y sólo se trate de la brisa fresca de la noche.

-Así que...-habló mientras comía de su helado de chocolate- ¿cómo van las cosas en la casa Winston?

-Bien-respondí con simpleza, Peter me miró-es mucho trabajo, ahora entiendo por qué Fiona recluta ejércitos todos los años-solté haciendo una mueca con mi boca.

-Es una gran causa-continuó mi acompañante sonriendo-no te das una idea de todas las personas que albergó ese lugar y la ayuda que recibieron, Fiona es una mujer increíble.

-Lo es-suspiré- es una lástima que tenga que hacer todo esto sola-hablé intentando llegar al tema del que tanto quería hablar.

-Sí, es una pena, pero Pam y Jeff aun están a su lado lo que es algo muy bueno-caminamos por la calle donde se encontraban sólo algunas personas. La noche estaba demasiado tranquila y muy hermosa si he de decir. Las estrellas parecían brillar aun más.

-¿Qué hay de su familia?-llevé una cucharada de mi helado de vainilla a la boca-¿no hay alguien más que pueda venir?

-Si lo hubiese creo que ya lo habría hecho-dio por sentado-y ni siquiera preguntes si alguien de aquí iría-rió-no es un lugar que muchas personas quisieran frecuentar.

-¿Por qué?-pregunté-no es como si fuese una casa embrujada-reí con gracia pensando en mi amigo fantasma.

-Bueno...algunas personas afirmaron ver cosas en las ventanas-se acercó a mi-pero seguramente lo dicen para darle mala fama al edificio-dijo en voz baja.

-No creo que ese sea el caso, es decir, nadie murió ahí como para que exista algún tipo de energía fantasmal-dije riendo torpemente. Si, estaba nerviosa.

-Nunca estuve allí por mucho tiempo así que no podría decirlo-se detuvo un momento y me miró con curiosidad-pero tu si-recalcó-¿has visto algo fuera de lo común?

-No-mi voz salió un tanto aguda pero me repuse instantáneamente y volví a repetir mostrando un poco más de seguridad-No, nada-prácticamente me ahogue en helado para no seguir hablando.

-De todas maneras, lo único que sé de la familia Winston es que su hija murió de niña y su único hijo varón falleció a causa de un accidente automovilístico-me di cuenta que Peter en realidad no sabía que Fiona era la esposa de Albert ni madre de Jeremías. ¿Cómo es posible que haya cambiado su nombre y que las personas de aquí no se dieran cuenta de quien en realidad es? O tal vez lo saben...pero quieren mantenerlo en secreto.

-¿El hijo estaba casado?-pregunté recordando a la bella chica con la que reía en el jardín en ese lapso de locura que tuve.

-No lo sé-dijo pensativo-hay muchas lagunas en su historia familiar, y nadie se atreve a preguntar. Para muchos todo eso está en el pasado.

Mansión Winston ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora