"Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer".
-Antoine de Saint Exupéry
Ojos grises. Unos ojos seguían mirándome hasta desaparecer en la oscuridad. No podía moverme por más que lo intentara, estaba rodeada de oscuridad y luego un fuerte ruido detrás de mí. Un disparo. Mis sentidos se pusieron alerta y como si fuese por mi inquieta desesperación por salir corriendo mi cuerpo finalmente me obedeció. Caminé sin sentido de la ubicación hasta que vi una luz la distancia, dudé si ir directamente pero un leve empujón detrás de mi me obligó a caminar. Estaba siendo arrastrada hacia allí. Mis pies se movían solos y no fue hasta que sentí un dolor agudo en mi pie derecho que me detuve. Miré al suelo y ahí lo vi. Un medallón, me agaché para tomarlo y descubrí que en realidad se trataba de un relicario antiguo. Intenté abrirlo pero fue imposible, algo en mi gritaba que lo abra pero no podía, no podía aunque lo intentara con todas mis fuerzas. Tuve la misma sensación que cuando encontré el collar con la "S" mientras limpiaba, algo en mi decía que por alguna razón debía tenerlo.
Un grito me hizo saltar. Era un grito de mujer seguido de un llanto desgarrador. Mi mirada recorrió mis alrededores pero no podía ver nada salvo esa luz. Sosteniendo el relicario con fuerza caminé a paso rápido aunque inseguro hacia el destello que cada vez se hacía más deslumbrante pero un empujón me tiró al suelo, cerré los ojos y al abrirlos vi a una mujer, su vestido negro caía hasta el suelo y su cabello enrulado y largo cubría la mitad de su rostro, traté de pararme pero no pude y luego ella gritó. Era su grito el que había escuchado previamente. Parecía estar sufriendo, tomó su cabeza en sus manos y cayó de rodilla. Sentí un fuerte olor a pólvora y luego todo se detuvo como si el tiempo se hubiera congelado, todo menos yo. El olor desapareció, la mujer seguía en el suelo sin moverse y todo a mí alrededor se aclaró. Mostrándome una habitación, creí que era un sótano hasta que vi las cajas y los cuadros que habíamos arreglado en el depósito de afuera. Busqué la puerta y cuando pude divisarla detrás de unas cajas corrí hasta ella pero alguien me tomó del hombro y pude sentir un aliento en el cuello que erizó mis vellos.
-Viene por ti, como lo hizo con nosotras- una voz rota me habló y sonaba como una advertencia, pude notar el miedo, pude notar su fría mano temblando. Escuché pisadas y luego la puerta se abrió de un golpe.
Desperté con urgencia de aire. Mis pulmones quemaban y mi frente y cuello estaban llenos de sudor. Me quedé sentada en la cama unos minutos tratando de procesarlo todo. Miré hacia las camas de mis amigas, ambas seguían durmiendo profundamente y lo agradecí porque realmente no quería hablar con nadie. Mi garganta picó y se sentía como si hubiera tragado tierra. Caminé con cuidado de no hacer ruido y salí al pasillo, este pasillo de noche es completamente lo que verías en una película de terror, oscuro, frío, y lo peor de todo es que sabía que podía encontrarme con alguien como sucedió en el baño. Dejé de lado esos pensamientos y continué caminando, afortunadamente una tenue luz proveniente de la ventana me facilitaba ver hacia donde iba y al llegar a las escaleras me guié con mis manos para tomar el pasamano y bajar lentamente. Una vez en la cocina suspiré con alivio, tomé un vaso y corrí a la canilla, el agua se sentía tan bien y mi garganta me agradeció a gritos. Al lavar el vaso y dejarlo a un lado del fregadero levanté la vista hacia la ventana y contuve el aliento. Ahí estaba el depósito de mi sueño. Había olvidado que se podía ver desde aquí, de noche parecía estar más lejos. Me debatí en salir o irme a la cama pero como no soy estúpida decidí ir por la mañana cuando el sol esté en su punto más alto y el lugar esté lleno de gente que pueda escuchar mis gritos en caso de encontrarme con algo que no quiera.
De la misma manera en que bajé, subí hasta mi habitación y me tumbé en la cama deseando poder dormir con tranquilidad las horas que me quedan.
Por la mañana, un fuerte dolor se apoderó de mi cabeza, pero dejó de doler en cuanto terminé de desayunar y me dispuse a lavar los platos, hoy era mi turno junto con Andrea y Thomas.
ESTÁS LEYENDO
Mansión Winston ✔
Mystery / ThrillerUn pasado que busca terminar una historia y un presente que se ve envuelto en preguntas, misterios y un árbol genealógico confuso. Esta casa esconde secretos, traiciones, un amor olvidado y oculto en lo más profundo de sus cimientos, un destello de...