¿Que pasaría si una mañana despertarás y encontrarás un chico durmiendo al lado tuyo y tan solo lo pudieras ver tú?
Jungkook es un joven que asiste al instituto como otro cualquiera y que adora pasar tiempo estudiando. Una noche de tormenta, el ciel...
Después de volver del cine no volvimos a entablar mucha conversación, el caminaba en silencio y yo simplemente me dediqué a imitarle.
Al llegar a casa me encerré en mi habitación, no me sentia triste, más bien... frustrado, de que él no fuera capaz de decirme la verdad a la cara, como si yo fuera un niño pequeño al que debía esconderle sus preocupaciones.
Me tumbe en mi cama, con la vista fija en el techo, como si el tragaluz fuera a darme alguna respuesta o talvez las estrellas que se reflejaban en este.
Y entonces fue cuando lo escuché...
Un estridente trueno a lo lejos, avisándome de que una tormenta se acercaba, y no parecía pequeña...
Y fue entonces cuando volví a sentir aquel temor a las noches lluviosas, a los truenos y mayormente a las carreteras mojadas. Temía volver a ser dañado o resultar herido de alguna manera, temía volver a sentir aquellos ruidos de nuevo, como lo hice aquella noche.
De repente sentí como alguien tocaba a la puerta efusivamente, y por extraño que pareciera; un pequeño temor afloró en mi.
Abrí la puerta lentamente, encontrándome para mí alivió a Taehyung tras está.
- ¿Te encuentras bien?- pregunto de golpe mientras me miraba de arriba a bajo, comprobando que todo estuviera en orden
- ¿Porque lo preguntas?- pregunté con cierto desconcierto
- Lo poco que recuerdo de ti Jungkook, es tu temor a las tormentas, por extraño que parezca...es lo único que he podido recordar de ti- dijo en un tono tranquilo
- Vale...tienes razón, tenía un poco de mie- intenté explicar
Pero antes de que pudiera acabar, Taehyung me arrastró dentro de la habitación, cerrando la puerta con su pie, cuando los dos ya estuvimos dentro.
No entendí la que estaba haciendo, hasta que me empujó al colchón y él se tiro a mi lado, en ese momento me sentí demasíado diferente a él.
(De pequeños los dos eramos demasiado parecidos, teníamos casi el mismo peinado y complexión física. En comparación a la actualidad, que somos totalmente opuestos. Taehyung es alto y tiene una gran espalda, en comparación a mi que soy más bajito y delgado, el ahora tiene el cabello de un castaño reluciente en cambio yo todavía conservo el color negro en mi pelo. Aquello y muchas cosas más habían provocado un cambio demasíado notable en nuestras apariencias, tal vez la vida se habia ocupado de ello...¿Quién sabe?)
Su cuerpo se acerco todavía más al mío, robando el poco espacio que nos separaba, podía llegar a sentir su cálido aliento en mi nuca. Pasó uno de sus brazos por encima de mi cadera y me abrazó con fuerza, como si de algún modo no quisiera dejarme marchar.
Me sentí cálido en aquel momento, me sentía seguro rodeado por aquel característico olor a tarta de limón, que tanto me recordaba a mi infancia, y de algún modo aquello me hizo todavía más feliz.
Podía sentir como sus dedos acariciaban lentamente mi cadera, y su cabello acariciaba mi nuca, todo aquello hacia que de algún modo olvidará la tormenta que estaba sucediendo fuera.
Sentí como sus labios se aproximaban a mi oído, tanto que podía llegar a sentir sus suaves belfos posados en esta.
Esperaba una caricia o talvez un beso de su parte, en cambio susurro;
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Derrrepente sentí como giraba mi rostro hacía él, y lo siguiente que pude sentir fueron unos suaves belfos posados sobre los míos, en un tierno y a la vez cálido beso.
"Taehyung me está besando! Y por segunda vez!"- pensé
Sus labios se movían sobre los míos...y asín entre besos y caricias conseguí conciliar el sueño. En una noche de tormenta, que ya nunca volvería a ser tan oscura...
