Katsuki Bakugo tiene claro sus metas, se esfuerza y no se deja distraer con facilidad. ¿Pero y si esta distracción se llamara Olympia? ¿Que pasaría si se encuentra con una chica que hace que todo su mundo se vuelva loco?
Girar por aquel callejón no...
Mineta había tenido una buena idea, si Mineta, el chico de estatura pequeña (comparable a la de un nomo de jardín), había tenido una gran idea.. Entrenar en la piscina del colegio. Izuku le alagó por esto. Lo que no sabía era que Kaminari y el solo pidieron permiso para ver a las chicas en bañador ya que Mienta había escuchado una conversación sobre eso días antes. Los dos salieron disparados y menuda sorpresa fue al ver a Iida, el delegado y el adolescente más correcto allí metido colocandose sus gafas para darse un chapuzón.
— ¡Llegan tarde!
— ¿Qué hacéis aquí? —Mineta se alarmó al ver a sus compañeros
— Como íbamos a entrenar en la piscina, avise a todos por mensaje. —Apuntó Izuku sonriente.
— ¡Eres muy serio Midoriya! —Kaminari apretó los puños decepcionado.
— Tranquilo Kaminari, de seguro que hay chicas en traje de baño
— ¡Grabaré es imagen en mis ojos! —Dramáticamente se giró.
— ¡Los nuevos trajes de baños de las chicas! —Mineta repitió su movimiento.
— Ah, Mineta. —Dijo Asui.
— Kaminari, ¿También viniste? —Jiro se sorprendió
El chico se desilusionó al ver que no eran bikinis si no unos trajes largos de baño
— Los de la escuela también son buenos. —Mienta observaba sentado de rodillas con un aura celestial rodeándolo. Satisfecho.
— Tsk, a ti te gusta todo.
Iida los obligó a entrenar, al menos habían recibido su castigo. Katsuki y Olympia aparecieron, este empezó a gritar a Izuku, seguía enfadado por lo de los exámenes. Olympia trató de relajarlo, y esta veces era más efectivo. Katsuki tenía que apartar la mirada al verla en traje de baño. Pese a que solo fuera el de la escuela le lucía bien.
— Ha costado traerlo, pero hemos logrado convencerlo. —Agregó Ejiro con una sonrisa. Momo y Jiro se acercaron a Olympia y se la llevaron junto a las demás chicas. Los chicos comenzaron a hacer carreras.... Olympia trataba de hacerse una coleta, pero le era imposible, su pelo era demasiado largo y no sabía como atarlo.
— ¿Te ayudo?
— Si por favor, no puedo manejar mi pelo. Que vergüenza no se ni hacerme una coleta. —Olympia se tapó la cara con las manos. Asui sonrió y en poco tiempo le hizo dos moños a ambos lados de la cabeza. Momo creó un pequeño espejo y algunas horquillas para sujetarle el pelo. Se miró reflejada y sonrió ampliamente.— Parezco un ratoncillo.— Se tocó el pelo esponjoso y este rebotaba. Las demás chicas también quedaron maravilladas por las habilidades que tenía la ranita con el pelo. Retomaron sus juegos dentro de la piscina.
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