Olympia ❝ Katsuki Bakugo x OC❞

Encuentro

出会う
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Absurdo. Todo le parecía absurdo. Que el inutil de Deku entrara a la U.A, que lo hubiera atacado un villano, que un villano atacara a la academia. Todo eso le parecía absurdo, sus compañeros de clase también, las "posibles amenazas" que podían llegar a ser. Estaba de quicio, un gran grupo de "extras" habían ido a la puerta de su propia clase. Claramente dejó un par de cosas claras y luego se marchó. Apenas estaba saliendo de la academia y ya podía escuchar que algunos de sus compañeros se marchaban.

— Espero que mi madre no se preocupe... hoy llegaré más tarde por el incidente.— Esa era la asquerosa voz de Deku.

—Podrías llamarla. —Y ese era Iida el niño robot que siempre lo regañaba.

— No tengo el teléfono hoy...

— Puedo dejarte el mio. —Con una amplia sonrisa la chica de rosadas mejillas le tendió un móvil con la tapa de igual color.

El rubio se limitó a andar con el cuerpo algo erguido como siempre y portando un ceño algo más relajado. Se había sentido a gusto al soltarle todo lo que quería decir a toda esa gente y por no hablar del Festival deportivo donde probaría la fuerza que tenía y sin duda ganaría el primer puesto. Pensaba ya en sus métodos para ejercitarse y lo serio que sería, sin ninguna distracción. Pero lastimosamente ese día, que ni siquiera había empezado sus practicas, tomó un atajo cosa que el no solía hacer, girar a la izquierda por un callejón, volver a salir en la calle habiendo traspasado casi una manzana y a la derecha, allí comentió el error, allí se encontraría a su distracción.

— Ayuda... —Katsuki giró a la derecha, volviéndose a meter en un callejón para acortar el camino. Segundos después se dio cuenta de que era el mal camino y que en vez de haber girado a la derecha en el primer callejón tendría que haberlo hecho en el segundo. Pero ahora no podía evitar meterse en ese, hiba casi a la mitad del camino.— Ayuda... —Miró a su alrededor en busca de la voz que pedía socorro.— Por favor alguien... —y la encontró. A unos seis pasos de el, tirada en el suelo y con un rastro de sangre que aparecía de la nada.

— ¿Que cojones?

A la chica se le encendieron un poco los ojos, pero Katsuki Bakugo no sabía si era cierto pues parecía que no tenían vida.— Ayúdame por favor, me... me duele todo... —Intentó arrastrarse un poco y salir de la oscuridad que tapaba su rostro sin dejar de verlo completamente. Katsuki dio un paso atrás, la situación le requería pensar. Apenas podía ver la cara de lo que había confirmado que era una chica. Como pudo la niña se sentó tras dejar de arrastrase y se encogió en un pequeño ovillo abrazándose las blancas piernas que parecían de porcelana tintadas con leves trazos de color carmín.- ¿Por que nadie me ayuda? -La pequeña pregunta hizo que el chico reaccionara. Esa era una de las razones por las que Izuku podía llegar a ser mejor héroe. Sin duda hubiera corrido a ayudar a la chica.

— ¿Que te ocurre? —Katsuki se agachó a la altura de la chica y posó su mano en la espalda de esta. La chica dió un brinco asustada. "¿Ni siquiera me ha sentido?" La niña estaba estupefacta al ver alguien agachado junto a ella.

— Ayúdame. —Sollozó levantando el rostro lleno de lagrimas. La joven, que tendría la misma edad que el colocó la mano dudosa casi por su pecho para coger su camisa y estrujarla con las finas manos que tenía, esbozó una mueca de dolor. Katsuki miró por debajo del pecho de esta, tenía una gran mancha de sangre. "Eso es un poblema" Katsuki miró a la chica e hizo que levantara el rostro encontrándose con los ojos de la fémina, un gris claso casi transparente. "¿Es ciega" Pese a lo desvergonzado que era el chico no podía formular esa pregunta pero no hizo falta ya que la chica se miró la herida y la palpó untado sus dedos en algo más de sangre y poniendo una cara de espanto, se arrastró un poco asustada, sin saber ni lo que hacer.