Falta media hora para que sea media noche. Salgo del baño y me envuelvo en una toalla. El servicio comunitario duró al menos cuatro horas y le tuvimos que dar explicaciones a papá del porqué Nate, Georg y yo acabamos ahí.
Fue gracioso ver su cara de desconcierto, pero lo que nos impactó fue lo que dijo: «Si Johnson cree que con eso se enderezarán, está equivocado. Ni siquiera le sirvió a él.»
Y cuando le preguntábamos a que se refería, no quiso seguir hablando.
Al parecer Johnson además de acosar a mi madre, buscaba problemas en todas partes.
Eso sí que es sorprendente.
Cuando entro a mi habitación, enciendo la luz y dejo la ropa sucia en el cesto.
—Div... —la voz de Lynch, él entra por la ventana y sonríe de manera extraña al verme envuelta en una toalla.
— ¡Largo! —Exclamo mientras le tiro una zapatilla a la cabeza— ¡¡MAMÁ!! ¡PAPÁ!! —Grito con fuerza.
Es la segunda vez que acudo a ellos.
Lynch intenta acercarse a mí, pero cuando apenas da unos pasos, papá entra a mi habitación, me coloca detrás de él y Lynch se detiene en seco.
—Evanna, vístete —dice papá, mira a Lynch con cara de pocos amigos.
Solo afirmo, mamá me detiene, y va ella hacia mi armario, agarra unos pantalones cortos y una remera negra. Me toma de la mano y me guía hacia el baño.
Cuando estamos las dos ahí, me pongo el pantalón corto por debajo de la toalla y al final me la quito para ponerme la remera.
— ¿Te hizo algo? —Inquiere mamá de repente.
—No.
— ¿Te tocó?
—Ya te conté eso, mamá.
— ¿Cómo entró a tu habitación?
—Por la ventana. No sé cómo hace...
Mamá suspira.
—De acuerdo, ven conmigo. Ese tipo se irá de aquí de dos maneras: en miles de pedazos o partido a la mitad.
Ambas salimos del baño, mis hermanos no están, se fueron a entrenar hace dos horas y no han vuelto.
Es mejor así, si descubren que Lynch entró a mi habitación, se pondrán histéricos, y es suficiente con mamá y papá.
—Tienes una oportunidad para decirme que diablos haces en mi casa, si no me gusta la respuesta, te tiraré por la ventana y estoy en todo mi derecho en hacerlo porque estás en propiedad privada y tienes una orden de alejamiento y ni puedes acercarte a mis hijos.
Mamá y yo entramos a mi habitación, y los encontramos tal y cual estaban cuando nos fuimos.
La remera se me moja por el cabello, así que si luego me resfrío, no sería nada raro.
Lynch mira atento a mi padre, y estoy cien por ciento segura que se lamenta haber entrado, este tiene unos jeans negros y su típica chaqueta negra. El cabello rubio y su tez blanca resaltan demasiado.
Parece un muerto.
— ¿Qué diablos quieres Lynch? Y dame una razón para no tirarte por la ventana porque ganas de hacerlo, no me faltan —pregunta nuevamente papá sin más.
Lynch me mira y entorna los ojos.
—Voy a hablar con ella —Lynch me apunta y mamá se coloca delante de mí.
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Otra Tutela © [01]
Teen FictionANTERIORMENTE LLAMADA CRIADA POR CHICOS Soportar a un grupo de chicos que le gustan las bromas, las bandas pop, las fiestas y que son tus hermanos, es algo difícil. Y más cuando fuiste criada por ellos. Sabes que darías todo por esas personas, porq...