Otra Tutela © [01]

Capítulo XXIX

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He pasado gran parte de la mañana encerrada en el baño de chicas del segundo piso.

Pego mi cabeza a la pared repleta de azulejos blancos y cierro los ojos. Abrazo mis piernas y por unos minutos quiero desaparecer.

Por muchos años he sido una estúpida y hoy me he dado cuenta de ello.

No puedo hacer nada para cambiar lo que he hecho.

Si pudiera cambiar mi pasado, lo haría sin problemas. Me hubiera gustado haber hecho más amigas en la escuela; haber ayudado en la preparaciones de los bailes a fin de año; me hubiera gustado haber sido diferente, pero me comporté como una perra toda la secundaria.

Y ahora estoy obteniendo mi merecido.

No me siento segura ni en mi propia casa por culpa de Hadriel Lynch.

Mi celular vibra otra vez.

Miro la pantalla, es un mensaje de Nate, preguntándome donde estoy.

"En el baño de chicas del segundo piso, quiero estar sola"

Es mejor responderle antes de que se ponga a buscarme como un desquiciado.

Dejo caer mi celular hasta mi mochila.

No tendría que aislarme en el baño de chicas; siempre me han protegido de todo y de todos, aunque yo no quisiera.

Pero quiero estar sola y lamentarme.

Hoy será mi último día en Treawel, me iré a Rawdon con mi mellizo.

Tal vez sea lo mejor por un tiempo.

La puerta del baño se abre, mientras que estoy en un cubículo encerrada veo un par de piernas caminar y detenerse frente a mi.

—Sé que estás ahí —es el director J quien habla—. Nate me dijo que estabas aquí, y que siempre elijes el número tres. Quiero decirte que no pude hacer mucho... los padres de Lynch me impusieron una demanda por un supuesto abuso de poder contra mis alumnos y también dijeron que tenía pornografía infantil en mi computadora. Y debes saber que nada de eso es cierto.

Tapo mi boca con la mano para que no escuche que estoy llorando otra vez.

—Y también quiero pedirte perdón por no haber hecho más. Desde el principio sabías que él sería un problema, quisiste decírmelo pero no te escuché. Perdóname Evanna. Sé que tal vez estés decepcionada porque no pude protegerte ni en mi escuela, pero quiero que quede claro que lo intenté. Como todos. Nadie merece pasar por lo que tú estás pasando... y mucho menos tú. Lo digo en serio. La policía vendrá en unos minutos a llevarme a la comisaría...

Oculto mi rostro con mis manos.

El director J irá a presión porque a ese tipo se le ocurrió decir estupideces.

—Aún debes asistir a la puesta en escenas que harán. Tampoco pude ayudarte con eso, pero... quiero que entiendas que quiero que te vayas bien en tu nueva escuela. Chad me dijo que se irán hoy por la noche. Te deseo mucha suerte, Evanna Parkinson Marshall.

Saco mis manos del rostro y veo cómo se va del baño de chicas.

Me quedo en silencio mientras que las pocas lágrimas que me quedan se resbalan por mis mejillas.

Todo esto es una verdadera mierda.

Un hombre inocente irá a la cárcel y el que necesita estar en ese lugar está libre.