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el chico de cabellos azabache no dejaba de pensar mientras que miraba el cielo, en el tejado de su casa. sí, ya se le hacía costumbre hacer eso y de un momento a otro se encontraba recordando el día que se conocieron, según el.


el  m e j o r  día de su vida.

la  m e j o r  decisión que tomó.

conocer a will byers fue lo mejor que le pasó, la amistad y las sensaciones más hermosas que jamás sintió, ni con su primer amor, eleven.

jardín de niños 1977.

el pequeño mike asustando, algo tímido y sin amigos, era su segundo día de kinder, se sentía sólo, asustado, más que el día anterior, ya que sabía que luego de ese día no habría vuelta atrás. ya no podía irse de ahí y correr hasta esconderse detrás de su mami.

el día de ayer le preguntó a muchos de sus compañeros si querían ser sus amigos, la mayoría le decían que no porque ya tienen uno nuevo, fingian no escuchar y una sola niña le dijo "no me gustan las ranas" para luego salir corriendo.

cuando era hora del almuerzo pudo ver como un niño de cabello algo extraño casi igual al suyo pero mucho más liso y algo gracioso se balancea en un columpio, sólo, sin nadie que lo acompañé, entonces pensó.

"¿porque no preguntarle si quiere ser mi amigo?"

tomó la iniciativa, de manera segura fue rápido hasta llegar a los columpios, viendo por fin a el niño, se dio cuenta que era muy lindo, más que cualquier niña, lo que más le llamó la atención ademas de su cabello fueron sus ojos verdes que luego de darse cuenta que estaba ahí lo miraron.

Hola, ¿quieres ser mi amigo?—preguntó seguro, haciendo que el pequeño se sonroje de la vergüenza, era muy tímido, el azabache sonrió por lo tierno que se le hizo aquel castaño.

—s-si, ¿cómo te llamas?—el otro niño tomó las cadenas del otro columpio para sentarse en la tabla y balancearse.

—soy mike, ¿y tú?—lo miró.

—will.

—me gustan tus ojitos—el pequeño castaño sonrió tímido mostrando sus dientes.

—¿enserio? a mí también me gustan los tuyos

los míos son muy simples—hizo un puchero mirando sus pies balanceandose.

yo creo que son lindos

también me gusta tu cabello, pareces un coco—le revolvió el cabello con su mano haciendo que suelte una suave risita—tus oyuelos también son muy bonitos.

sonrió al recordar ese día, el mejor día de su vida.

cuando nadar en las nubes sea posible no diré que conocerte fue lo más hermoso que hice.
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on cariño:
p u r p l e

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