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Por cada segundo que pasa mirándolo menos creíble parece que esté ahí. Mal deduce que debe tratarse de un sueño.
Es una broma cruel de su mente, por supuesto. No hay otra explicación.
Últimamente no había dormido bien, lo que podría explicar la causa de que su mente está lo suficientemente cansada como para sumergirla en un sueño profundo.
Quita la mano de Ben de su boca y no le dice nada, parece estar en medio de un debate interno o como lo estaría una figura de su imaginación en su mente. Enlaza sus manos y ese gesto le parece sublime. No hay intenciones de más, solo quiere sentirlo a pesar de que es algo creado por su mente desesperada. Toca su barba, sus mejillas, su nariz, sus orejas.
—No eres real.
Ben está de cuclillas a su lado, su vista fija en sus manos unidas.
—De ser real me estarías gritando y acusando justamente por la muerte de tu padre— lleva sus manos unidas y apoya su mejilla en el dorso de su mano—. Yo no quería que Adam muriera, Ben. Lo siento tanto... Aunque no estés realmente aquí, aunque no pueda obtener tu perdón, necesito decírtelo de alguna forma.
Cierra los ojos unos instantes. Ya no tiene frío, su alma ya no se siente vacía. El calor que irradia la piel contra su rostro debe de ser una señal, pero está tan ocupada sintiendo su cercanía que no capta nada. ¿Cómo era capaz de soñar todo tan a detalle y con tanta lucidez?
—¿Y dónde está mamá, Mal? — pregunta Ben en voz baja. Ella abre los ojos.
—Extrañandote en la torre más alta del castillo en el que vivo. Ella llora todas las noches por ti, por su esposo muerto.
Él parece tan real...
—¿Está bien?
—Yo me encargo de que lo esté.
Ben es jalado al lado de la pelimorada en el sofá y se ve envuelto entre sus brazos sin poner resistencia. Él comprende que ella de verdad cree que está dentro de un sueño y no piensa sacarla de su error. Por ahora, es mejor así. No debería estar ahí en primer lugar. Mal esconde su rostro en el cuello de él. Los latidos, el calor, su respiración, su aroma almizclado.
Él en verdad se ve y se siente real.
—No quiero que este sueño termine. Quiero quedarme aquí, contigo, por toda la eternidad— murmura con un hilo de voz—. Quiero quedarme a tu lado. Quiero abrazarte así, que no me alejes, que no me sueltes.
—Aquí me quedaré. Lo prometo.
Ella confirma que es un sueño cuando dice aquello. Ben la odia, o eso cree, pues es lo más lógico después de todo lo que pasó.
—Nunca te lo dije mientras estábamos juntos por miedo, pero supongo que aquí no importa— Mal siente sus ojos pesados y bosteza—. Te amo, Benjamin. Te amo y te extraño con todo mi corazón. No quiero que me odies, no quiero, no quiero.
Él aguanta la respiración hasta que siente su respirar constante y no se mueve hasta que se asegura que está dormida. Acaricia su cabello y lo quita de su rostro con cuidado.
—Es imposible odiarte, Mal.
Sabe que debería sentir una aversión hacia ella, que era lo que se suponía que debería sentir, y al principio así fue. Él la odió y negó sus sentimientos los primeros meses. Así fue hasta que la encontró llorando en medio de su habitación y se dio cuenta de que ella sólo había sido una víctima más de Maléfica.
La acomoda en el sofá en una posición cómoda y puede notar el gesto de dolor en su rostro cuando la separa de su cuerpo. La tranquiliza acariciando su mejilla y sonríe un poco cuando la nota buscando más su contacto, acercando el rostro a su mano en medio de un suspiro.
—Descansa, Mal. Pronto acabará todo esto. Lo prometo.
Saca de su bolsillo un pedazo de papel y la pone en su mano cerrada. Al despertar descubrirá que no fue un sueño, y aunque él se deba ir ya, quiere al menos dejar un rastro de que todo lo que sucedió.
Antes de irse no resiste el impulso y se agacha nuevamente a su altura, besa su mejilla con delicadeza esperando no despertarla.
—También te amo— confiesa antes de alejarse.
Desaparece tras el mismo librero por el que entró. Tenía que ir directo al palacio de Mulan, con Lonnie, donde ningún villano atacó jamás el lugar.
Ben reconoce que la guerra que se avecina será sangrienta, pero su pueblo lo necesita y aunque nunca pudo asumir por completo su rol de rey hará lo necesario para acabar con la tiranía de Maléfica.
Pagaría el precio que se necesitara.
(...)
—Jay, cuánto tiempo.
El hijo de Jafar busca a la persona que lo llamó y nota con interés como Uma emerge de las sombras.
—¿Qué haces en mi casa? — pregunta—. Si Harry ha venido también me aseguraré de echarlo a patadas.
—Vine por un encargo de Úrsula.
Jay no está interesado en hablar con ella por lo que se aleja de ella comenzando a caminar. Uma se pone a su lado.
—Me enteré que Mal hará un espectáculo hoy. De hecho, todos los villanos fuimos invitados.
Jay en verdad no tiene ganas de hablar con ella, pero si Uma lo nota lo disimula muy bien.
—¿Sabes? Estoy segura de que fallará.
—Cierra la boca si no quieres problemas, estás advertida.
Uma ríe y se desvía del camino para ir a hacer lo que le pidieron. Jay también cree que Mal va a fallar, aunque eso nadie tiene porqué saberlo.
Mal está presionada y conocía muy bien a su amiga como para saber que no tardaría en cometer una estupidez. Una estupidez que, o bien los ayudaba, o bien los condenaba.
Igual debe prepararse para cualquiera de las dos opciones. Y gracias a su don de robar cosas, ya tenía un plan de escape en caso de ser necesario.
Sólo necesita la ayuda de Carlos.
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Un mundo de oscuridad ¦ Descendientes [COMPLETA]
Fanfiction💥Mundo Alterno💥 Maléfica había ganado la varita, que junto con su cetro, la volvían prácticamente indestructible. La Isla ya no existe, los villanos están sueltos. Un mundo lleno de maldad y oscuridad. No hay quien los detenga, quien les ponga un...