Capítulo 12: The Wicked Auradon Side

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Dos semanas atrás...

Mal despierta a la orilla de un río, sin fuerzas, más pálida de lo normal. Una enorme herida en su costado derecho no deja de sangrar, por ahí siente que la vida poco a poco se le está yendo de las manos.

Pero quiere continuar. No puede ni quiere que su final sea así de triste y patético.

El convertirse en dragón dejó de funcionar apenas su magia se debilitó. Cayó en picada sobre un cuerpo de agua que redujo el impacto pero que provocó más cansancio al tener que nadar hasta donde se encuentra.

Mira fijamente el cielo. Ya va a amanecer. No sabe donde está. Nadie sabe dónde está. Lucha para no dormir pues en un rincón de su mente puede comprender que si lo hace ese sí sería su final definitivo. Se arrastra medio metro más y exhala con fuerza dándose por vencida.

Escucha ladridos. Ladridos que le son vagamente familiares.

Al cerrar los ojos no tarda en sentir una lengua lamer su rostro repetidas veces. El osico del perro la olfatea y ladra de nuevo.

—Cállate ya, Chico. Me duele la cabeza-—murmura sin abrir los párpados—¡Chico!

El perro de Carlos la lame con más emoción cuando escucha su nombre, la cola agitandose en el aire con fuerza de un lado a otro. Mal acaricia su pelaje con las pocas fuerzas que le quedan.

—Nunca creí que me alegraría verte, perro pulgoso— murmura feliz.

—¡La encontró!—grita alguien, una voz que no reconoce—¡Muy buen trabajo, Chico!

Luego de eso todo se vuelve confuso para Mal. Hay gente a su alrededor gritando, rostros que no cree reconocer de algún lado. Varios brazos la sujetan y la cargan a un lugar desconocido y pierde la consciencia. Simplemente fue como si su mente se hubiera apagado.

Al despertar por segunda ocasión está en una cómoda y cálida colchoneta, cubierta con sábanas blancas. El cuarto donde está tiene paredes de lo que ella piensa son papel. Ella sonríe adolorida. Está viva. No puede imaginar una mejor manera de comenzar de nuevo. Se siente como si hubiera muerto y renacido.

—¿En qué piensas para que tengas esa sonrisa tan hermosa al despertar?

—¡Ben!

No había notado la figura alargada al otro lado lado de la habitación. Él está recargado sobre una cómoda transversal a ella, su cabello corto, recién afeitado. El rey sin trono sonríe tirando una sonrisa perezosa.

Sigue derecho por donde se pone el sol...

—... y nos volveremos a encontrar. Las dos mitades chocarán de nuevo en el ocaso— continúa por recitar ella.

Y la reina encontrará a su rey, quien espera a su reina al atardecer.

Eso decía la nota que él le había dejado antes de irse.

—Lo de chocar no era literal, Mal.

Mal ríe y se queja cuando nota un dolor en su abdomen. Él la mira preocupado pero la chica le resta importancia. Se quita las sábanas y levanta la blusa que lleva puesta, hace una mueca al ver la herida que tiene puntadas mal hechas.

—Esto me dejará una horrible cicatriz.

—Lo siento, no pudimos hacer más— dice apenado él arrastrándose a su lado, mirando la piel expuesta de Mal e impidiendo que la oculte—¿Te digo algo? No tienes porque avergonzarte. Tus cicatrices te hacen ser quien eres— Mal se siente expuesta ante sus ojos curiosos—. Y sigues siendo hermosa. Muy, muy hermosa.

—Lo dices porque me amas— intenta bromear ella, sabiendo que había algo implícito tras su palabras.

Espera su respuesta con muchísima angustia. Angustia que desaparece cuando él alza la mirada y sonríe de lado.

—Sí, tienes razón. Te amo.

Ben nunca espera que ella se lance a él buscando sus labios con avidez. La sujeta e intenta decirle que se hará daño, pero todo pensamiento cuerdo se esfuma cuando la besa.

La recuesta y se pone sobre ella, sintiendo los brazos de Mal rodear su cuello para acercarlo aún más a ella.

—¿Y dices que nunca se habían besado?

Shhhh. Tarado. Acabas de arruinar su momento.

—Un primer beso de novela— suspira alguien.

Ben se aparta y sonríe sobre los labios de Mal. La pelimorada se ha quedado de piedra y no se mueve. Esas voces... Oh por Merlín.

—Chico bestia— saludan los tres.

—Chico del garfio. Trencitas. El loco de los huevos cocidos.

—¿Y ella qué? ¿Por qué tiene cara de sufrimiento?

—No alcancé a darle la noticia. Les dije que esperaran afuera.

Harry Hook, Gil y... ¡¿Uma?!

—Camaroncito...

—Bien, yo la mato. ¡La mato!

Harry detiene a Uma y Ben suelta una risotada antes de poner otro corto beso en sus labios y pararse.

—¿Sabes? Hay muchas cosas que contar.

Ben se dirige a la puerta deslizable por donde entraron los tres piratas y hace una seña para que más gente entre.

Entre ellos ve a Lonnie, Chad, muchos más hijos de héroes. Además reconoce a su gente, a la gente de la isla, descendientes como Dizzy, los gemelos Smee, Celia, CJ Hook, entre muchas otras caras.

—Bienvenida a The Wicked Auradon side. La resistencia.

¿El lado malvado de Auradon?

—¡El mejor jodido nombre de la historia! — grita Gil emocionado haciendo que todos rían —. Yo lo inventé.

Ben palmea el hombro del rubio antes de estirar una mano hacia Mal.

—¿Aceptas guiar a este, nuestro pueblo, en busca de la liberación del régimen de los villanos?

Mal no lo duda. Toma la mano de Ben de inmediato.

Hay gritos y aplausos.

—Les dije que aceptaría. Harry, págame— exige Uma con una sonrisa.

****

¿Qué tal...?

¡A qué no se la veían venir!

Y lo que falta aún... Aquí las sorpresas nunca se acaban😂

Un mundo de oscuridad ¦ Descendientes [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora