Capítulo 17: Lazo de Madre e Hija

1.8K 174 151
                                    

—¿Murió? ¿Úrsula murió?

—Sí. No lo han informado a nadie del exterior. Me enteré por Smee.

Uma mira el cielo negándose a derramar una sola lagrima por esa mujer que nunca fue una madre para ella. Harry intenta acercarse para abrazarla pero es rechazado apenas la chica prevé sus intenciones.

—Lo siento, Uma, sé que debe ser difícil...

—¿Por qué lo sería?— Uma sonríe. Una sonrisa rota—. Ella siempre me decía que nunca estaría orgullosa de mí. Me hacía trabajar en su asqueroso restaurante y me abandonó apenas fue libre.

—¿No te duele, Uma? — pregunta Gil inocentemente.

—No.

—¿Entonces por qué estás llorando?

—No me duele. Estoy llorando de felicidad. Me alegra que esa mujer ya no exista más. El mundo se ha librado de su crueldad. Y yo... Y yo...— su voz se quiebra al final. Chasquea la lengua y muerde su labio inferior—. Yo... Maldición.

Uma cubre su rostro con ambas manos y no lucha más cuando sus amigos la abrazan al mismo tiempo. Se deja consolar no encontrando sentido a que se sienta de esa manera. Úrsula nunca fue cariñosa, ni buena, ni siquiera recuerda haber sido abrazada alguna vez por ella.

—Está bien. Era tu madre, está bien llorar. No te contengas— murmura Harry provocando que su llanto aumente—. No estás sola, Uma.

Uma sólo quiere dejar de sentir ese horrible dolor en su pecho.

(...)

—¿Carlos?

—¿Sí, mamá?

El peliblanco alza la vista de su plato de comida y observa curioso como Cruella lo mira fijamente.

—Acércate.

Él duda en hacerlo pero de igual forma no tiene otra opción. No quiere se enoje. Hace un rato le gritó muy feo solo porque arruinó uno de sus abrigos de piel con pintura roja. Al llegar a su lado se hinca junto a su silla y le sorprende cuando ella acaricia su cabello.

—¿Cómo es que de pronto estás tan grande, cariño? Me recuerdas tanto a tu padre...

—¿Estás bien, mamá? ¿Te sientes enferma o algo?— pregunta dudoso, extrañado por esa actitud.

—Me iré mañana por la mañana. Saldré de viaje.

Carlos inclina la cabeza a un lado y luego sonríe. Así que es eso.

—Espero que tengas un buen viaje, mamá. Recuerda traerme un souvenir.

—¿No te preocupa quedarte solo?

—No, yo puedo cuidarme solo. No te preocupes tú, yo ya soy mayor— le dice sin dejar de sonreír.

Cruella asiente y deposita un beso en su cabeza. El chico es mandado a dormir luego de eso y la mujer lo ve desaparecer no sin antes grabarse en la cabeza esa sonrisa llena de vida que nunca comprendió. Él, siempre tan lleno de vida, siempre tan cariñoso y amable.

Él nunca la mereció como madre.

Y ahora que Cruella sabe que emprenderá un viaje sin retorno, entiende que desperdició toda una vida en cosas materiales y no en él, una persona que en verdad valía la pena amar.

—Adiós, Carlitos.

(...)

—¿No extraña a Mal, mi señora?

Un mundo de oscuridad ¦ Descendientes [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora