Capítulo 118 [Rojas]

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Después de que la ambulancia llegara y se llevaran a Ortega, yo me quedé buscando alguna pista, lo primero que vi fue una mancha de una mano sobre el teléfono que estaba colgando del cable; la casa de mi compañero había sido una escena del crimen que debía investigar a fondo. Debía haber algo.

Llamé a más oficiales, acordonamos la zona con esa cinta amarilla que prohibía el paso.

-Necesito que ustedes tomen fotos de la evidencia que encuentren en la casa y a los alrededores, los peritos no tardan en llegar, necesito que otra persona revise las cámaras para buscar al asesino, no debe estar lejos

-Agente Rojas ¿quién se encargará de hacer los trámites para preparar la autopsia? ¿Quién le hablará a su madre?

-Ahora hago un par de llamadas, para arreglar ese asunto -suspiré, me sentía agobiado -yo llamaré a su madre

Entré a la casa estresado y confundido por lo que acababa de pasar, me dí cuenta que en el teléfono había quedado marcada una mano con sangre, debíamos tomar una muestra de eso y de las huellas dactilares que también se encontraban en el mismo.
En el patio encontré los casquillos de una bala, teníamos que mandar a laboratorio todo; lo que acababa de encontrar me daría la información del modelo del arma.

-Rojas -uno de los oficiales llamó mi atención.

-¿Qué pasa?

-Las cámaras no funcionan, dejaron de grabar hoy a las cinco de la tarde

-¿Qué? ¿Por qué?

-Al parecer hubo un apagón, un par de segundos, pero no volvieron a grabar

-¿Hay testigos?

-Ninguno, parece que fue el crimen perfecto

-No lo creo -caminé hasta el patio, miré el césped, tenía marcas muy extrañas -¿qué es esto? -fruncí el ceño, caminé de prisa siguiendo un camino de lodo y tierra que indicaba algo había sido arrastrado.

Cargué mi arma y pedí alguien me acompañara para que llevara una linterna, el camino nos llevaba a una zona muy oscura, miré a todas partes y me percaté de una cámara que estaba por los alrededores.

-Necesito la grabación de esa cámara -señalé a un poste de luz.

-Se la haré llegar cuanto antes -el oficial estaba por irse, pero lo detuve -¿qué es eso? -comencé a acercarme. Suspiré cuando me dí cuenta qué era -es un cuerpo

-¿Llamó a los peritos?

-Si

No dormimos en toda la noche, todos terminamos yéndonos a casa cerca de las nueve de la mañana. Todo estaba siendo un desastre, era un rompecabezas con piezas perdidas y otras esparcidas, a eso del medio día todo comenzó a mejorar, llegó a mi oficina el vídeo de la cámara que solicité, y las demás pruebas estaban siendo analizadas por expertos en el laboratorio.

Coloqué el vídeo en mi computador y miré atentamente los hechos de la noche anterior, me daba el enfoque de un radio menor a 15 metros, vi a una mujer arrastrando un cuerpo, parecía que lo hacía con dificultad, estaba embarazado, lo que me hacía pensar que podía ser Renata, pero aún tenía que saber quien era el hombre. Ortega no me dijo en donde vivía Esteban, cosa que complicaba todo aún más.

-¿Renata qué hiciste? -reproché en mi interior. Me recargué en el respaldo de la silla y pensé qué era lo que había sucedido.

Llamé a las oficinas de emergencia y pedí me enviaran la grabación o los datos de la persona que había llamado para pedir una ambulancia; me dijeron había sido una mujer que se negó a dar sus datos. Colgué.

Me levanté deprisa de la silla, salí de la oficina y corrí hasta el laboratorio donde estaban analizando las pruebas.

-¿Ya tienen algo acerca de las huellas?

-Si, le enviaremos el informe en un par de minutos, los de balística lo estaban buscando, dicen que hay un problema

-¿Un problema? ¿de qué tipo?

-Algo de un arma, nos pidieron que si venía lo mandáramos con ellos

-Voy para allá -salí del laboratorio y antes de ir a escuchar más problemas decidí ir al área en donde habían llevado el cuerpo del hombre que habíamos encontrado anoche. Caminé hasta aquella plancha metálica en donde estaba posado el cuerpo y descubrí el rostro del hombre, lo había visto antes, era la misma persona que se había llevado a Renata aquel día, pero ¿qué relación había? Si él era su captor y ahora estaba muerto ¿por qué ella no había vuelto?.

Las cosas comenzaban a volverse más confusas, no estaba entendiendo nada.

Fui con los encargados de balística, me mostraron las balas encontradas en la escena, identificaron el arma de la cual provenía uno de los casquillos, de hecho, habíamos encontrado el arma, pero el problema que surgía era que la bala que había matado al otro hombre de identidad desconocida no tenía un arma, o al menos no la habíamos encontrado y eso seguía complicando todo, Ortega no tenía armas en su casa y el impacto se recibió cerca de la nunca, cosa que resultaba imposible porque si Ortega hubiese disparado la bala habría impactado en el rostro.

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