Me quedé con Raúl hasta el amanecer, cuando Rojas, su compañero, pasó por él.
-Renata, voy a tener que ir a la oficina, tenemos que recibir a Esteban y resolver unas cuantas cosas
-Puedo irme a la casa caminando, no te preocupes, solo, tú, cuídate, aún deberías quedarte en observación
-No, puede ser muy peligroso que estés sola, no después de lo de ayer, ven con nosotros, después solucionaré esto ¿si?
-Como quieras
Saliendo del hospital subimos al auto de Raúl y fuimos a la fiscalía. Raúl y Rojas entraron a una oficina junto con otro agente. Yo me quedé esperando en la recepción.
-Renata, tenemos que irnos ya -me dijo Raúl saliendo apresurado de la oficina, a la cual había entrado minutos antes.
-¿A dónde? -me levanté y comencé a seguirlo, dos hombres nos seguían -¿quiénes son ellos?
-Después te explico, vamos al reclusorio -sentí que la sangre se me helaba, sabía que había llegado el momento de volver a ver a Esteban.
Todo el camino de la oficina al reclusorio me quedé en silencio, sentada a un lado de Raúl. Los minutos se me hacían eternos.
-Perdona que te haga pasar por todo esto
-No importa, estamos juntos en esto -tomé su mano con cuidado, no quería lastimarlo.
Llegamos al reclusorio y entramos al mismo. Me quedé en un cuarto, frente a éste había un gran cristal, detrás de él se veía la sala de interrogatorios, había un gran foco sobre una mesa y tres sillas. Vi a Esteban entrando a ese cuarto y sentarse en una de las sillas.
Raúl y Rojas lo interrogaron un buen rato, por suerte, él no dijo nada de mí. Supe que se quedaría allí, interno. Cuando lo llevaron a la celda Raúl y su compañero fueron a otro lugar, por lo que escuché se tardarían un poco, era un proceso largo y cansado.
Logré escabullirme por el lugar y pedí ver a Esteban, necesitaba hablar con él y asegurarme que no me delatara.
-Hola -me dijo con una sonrisa -¿cómo sabías que estaba aquí? -era extraño mirarlo tras un cristal, aunque al mismo tiempo, me sentía tan bien.
-Sigo conviviendo con el policía y me trajo hasta aquí, ayer me enteré que te aprehendieron
-¡Ese policía ya me tiene harto!
-Lo sé, mandaste a amenazarlo y me pediste que lo matara
-Y no lo has hecho -me reprochó.
-Aún no es el momento
-No importa, que bueno que vienes a verme ¿por qué tardaste tanto en contactarme?
-No podía salir sin que el policía sospechara, ¿ya te dieron una condena? Escuché en el interrogatorio, pero no entendí muchas cosas
-No, ni me la darán, yo voy a salir de aquí más pronto de lo que imaginas
-¿Y cómo? Digo, no es como que vayas a salir volando o caminando por la gran puerta principal
-Tú confía y cuando salga vas a volver conmigo y todo será como antes ¿si? -colocó una de sus manos sobre el cristal, yo coloqué la mía frente a la de él, del otro lado del vidrio.
-Si -sonreí.
-Mandaré a mi hermano Juan Carlos por ti y volveremos a tener la vida que teníamos antes de que todo esto pasara, te lo prometo
-Aún así tendremos a la policía pisando nuestros talones, no es tan fácil como lo dices
-Ya veras que no, con dinero baila el perro ¿no es así? -él me miró y parecía tan seguro de lo que decía.
-No a todos les vas a llegar al precio, conozco varios que son muy rectos
-¿De qué lado estás Renata? ¿De mi lado o del de ellos?
-Del tuyo, claro, pero digo, no todo puede ser tan fácil, te pueden meter más cargos por corrupción o soborno a la autoridad
-Si estamos juntos lo será ¿acaso ya lo olvidaste? Juntos éramos invencibles
-Yo era quien cuidaba tus espaldas, era yo contra el mundo
-Y por eso no te he delatado
-Vaya, que detalle -dije molesta -tengo que irme antes de que sospechen, seguro me están buscando y no quiero que nos vean juntos
-Está bien, pero cuando salga de aquí voy a ir por ti y voy a ajustar cuentas con ese policía
-No, cualquier cosa que quieras hacer con él tienes que decírmelo primero a mí
-¿Qué? ¿En qué momento pasaste de ser la esclava a la que da órdenes?
-En el momento en que me hiciste tu infiltrada
-Después hablamos de esto Renata -amenazó.
Me alejé de él, los guardias se llevaron a Esteban a su celda, supongo; yo fui en busca de Raúl, fingí haberme perdido y él me creyó.
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ESTOCOLMO
FanficPara Renata, él es un policía entregado y con misterio. Para Raúl, ella es una sofisticada criminal. Para ella, no tener recuerdos le es indiferente. Para él, los recuerdos son algo que duele. A ella, su pasado le da miedo. A él, su pasado le ator...