Capítulo 143 (Ella)

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-¿En dónde estamos?

-No sé, creo que estamos perdidos

-¿Puedes dejar de detenerte cada kilómetro? -dije molesta -quizá si manejas más rápido puede que sepamos en donde estamos

-Si manejo rápido podemos tener un accidente, esta muy oscuro y puede ser peligroso -me quité el cinturón de seguridad mientras ignoraba lo que decía Rojas.

-Bien, como quieras -abrí la puerta del auto para bajar.

-¿A dónde vas?

Comencé a caminar, realmente era una carretera muy oscura, a penas si se miraba por donde pisaba.

-Renata -reprochó. Lo escuchaba detrás mío.

-Vas a olvidar tu auto y yo no voy a ayudarte a encontrarlo

-Y también te voy a perder a ti, así que tengo que priorizar

-Cierto, soy el pez gordo, si me dejas escapar seria fatal para tu trabajo

-Renata -repitió -tenemos que irnos ya, no es seguro estar aquí

-¿Y quién dice que no es seguro? -me detuve de golpe -me puedo cuidar sola ¿está bien?

-Yo lo sé

-No me voy a detener, voy a seguir caminando y si tienes algún problema con ello, es tu culpa, no la mía

Giré y continúe caminando, lograba ver algo de luz a unos cuantos metros, creo que era un Motel o un restaurante, fuera lo que fuera iba a ir allí.

Rojas me seguía en su auto, seguramente iba a unos 10 kilómetros por hora, de vez en vez lo miraba, pero no iba a subir al auto.

Los dos nos detuvimos hasta que llegamos a un Motel, realmente era muy pequeño, además era muy oscuro.

-¿Vas a entrar? -preguntó el policía en cuanto aparcó el auto.

-Si ¿algún problema? -él suspiró.

-No, vamos

-Está bien -lo empuje ligeramente -voy a entrar contigo, pero me vas a invitar unos tragos -hice una pausa -ojalá este lugar tenga un mini bar o algo, me urge beber

-No deberías hacerlo

-No me prohíbas cosas ¿si? -me adelanté. Entré primero al lugar -¿tienen un bar aquí o hay alguna cantina cerca? -pregunté al encargado. El hombre me miró algo raro.

-Sigue por el pasillo

-Gracias, él paga -señalé a Rojas antes de comenzar a caminar hacia el pasillo.

Entré a la especie de bar que había, era un lugar más oscuro que la recepción, tenía luces rojas y eso era lo único que permitía ver dentro del lugar.

-¿Te puedo ayudar en algo?

-¿Si te pido una botella de tequila me la das? -pregunté en cuanto me senté frente a la barra.

-¿No crees que es demasiado fuerte? -el chico de la barra se recargó en ésta y me miró con una sonrisa.

-¿Y te importa si me pongo mal aquí? Igual te van a pagar

-De hecho si, porque soy yo quien tiene que limpiar si vomitas -me miró aún con una sonrisa y se acercó un poco más.

-No soy mala copa

-Bonita chamarra -miró la prenda de Rojas, tenía escrito su apellido en la parte superior izquierda y en la parte del brazo decía de que cuerpo policial era -eres la policía más guapa que he conocido

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