Autora POV
Sakura dejó escapar un largo suspiro mientras se sentaba frente a su padre con las piernas cruzadas. Se habían alejado del poso donde se encontraban Tessai e Ichigo, mientras que Jinta y Ururu jugaban a fastidiar al pelinaranja.
— Entonces... —comenzó la pelirrosa jugando tímidamente con el dobladillo de sus mangas. — ¿De qué quieres que hablemos?
— Quiero ponerme al día contigo. Han pasado tantos años sin que pudiese ver a mi pequeña niña, ya ni sé qué cosas te gustan y cuáles no. —dijo Urahara en respuesta. — Además, quiero asegurarme de que no haya ningún otro truco como las píldoras de supresión de reiatsu que pueda hacerte daño... —agregó.
Sakura se mordió levemente el labio bajando la mirada. Hasta el momento había tratado de actuar con naturalidad. Ahora que recordaba a su padre sabía que lo había echado de menos, pero también era cierto que era prácticamente un desconocido para ella. Había crecido siendo criada por otras personas, y aunque el cariño por el hombre de rubios cabellos frente a ella aún estaba presente en su corazón, ahora tenía que conocer nuevamente a su verdadero progenitor.
— Está... Está este extraño kanji en la parte posterior de mi cuello. —comenzó a hablar la pelirrosa intentando encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación. — Nunca antes lo había visto realmente, hasta el día en el que Rukia me trajo aquí. —relató. Una de sus manos se dirigió al área donde había recordado ver el peculiar símbolo. Sus dedos rozaron con delicadeza la sensible piel, y su cuerpo se estremeció ligeramente al recordar el ardor que había sentido en aquella situación. — Cuando estaba durmiendo, una memoria de cuando era niña surgió en mi mente... el kanji apareció repentinamente gracias a eso y comenzó a quemarme.
El hombre frente a ella escuchaba atentamente cada palabra que salía de su boca.
— ¿Puedo verlo? —preguntó con cautela Urahara.
Sakura dudó unos segundos antes de asentir y darse la vuelta, enfrentando su espalda hacia su padre. Con cuidado, apartó las hebras de cabello rosado para exponer su pálida piel. Allí, trazado con gruesas líneas de un color negro solido que no hacía más que resaltar la palidez de la muchacha, yacía un peculiar kanji. Urahara lo observó con interés, estirando una de sus manos para trazar las líneas del mismo. Aquella acción provocó un pequeño escalofrío en la ojijade.
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【ʟɪʙʀᴏ ɪ】 ꜱᴀᴋᴜʀᴀ-ʜɪᴍᴇ
Fiksi Penggemar【ʟɪʙʀᴏ ɪ: ꜱᴀᴋᴜʀᴀ-ʜɪᴍᴇ ꜱᴀɢᴀ】 【ᴄʀᴏꜱꜱᴏᴠᴇʀ ɴᴀʀᴜᴛᴏ x ʙʟᴇᴀᴄʜ】 ♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡ Los susurros de su nombre, las historias de quién fue... Todo parece estar tan fresco en la memoria de la Sociedad de las Almas...