【ʟɪʙʀᴏ ɪ: ꜱᴀᴋᴜʀᴀ-ʜɪᴍᴇ ꜱᴀɢᴀ】
【ᴄʀᴏꜱꜱᴏᴠᴇʀ ɴᴀʀᴜᴛᴏ x ʙʟᴇᴀᴄʜ】
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Los susurros de su nombre, las historias de quién fue... Todo parece estar tan fresco en la memoria de la Sociedad de las Almas...
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Autora POV
La pelirrosa corrió tan rápido como le era posible considerando su poca condición física, y el impedimento que significaba estar vestida con un kimono de tela tan gruesa y rígida. Había tropezado más de una vez mientras alternaba su vista entre el cielo y las calles, tratando de seguir el rastro del rayo de luz y no chocarse con nadie en su camino.
Se encontraba a pocos metros de donde parecía que el rayo estaba a punto de impactar, cuando pudo divisar a un grupo de shinigamis de pie frente a ella. Cada uno de ellos estaba armado con sus respectivas zanpakuto, listos para luchar contra cualquier persona que se acercara que pudiese resultar ser una amenaza.
La joven princesa frunció el ceño ante aquella vista. No podía permitir que dañaran a sus amigos, por lo que, sin dudarlo, se acercó a ellos, encarándolos con una expresión firme y seria.
— ¿Qué creen que están haciendo todos ustedes? ¡Largo de aquí! —ordenó con voz autoritaria.
El grupo volteó a verla con expresiones de desconcierto. Ninguno de ellos parecía tener idea de quién era la ojijade frente a ellos, e incluso se mostraban molestos por la forma en la que ella había decidido entrometerse y darles órdenes.
— ¿Quién rayos eres tú, niña? —espetó bruscamente uno de ellos.
— Vete de aquí, estamos trabajando. —dijo otro.
— No sé quién seas, pero no tenemos tiempo de andar cuidando a una mocosa como tú. Ya vete. —alegó otro.
El ceño fruncido de Sakura se profundizó al escucharlos, sin embargo, su postura firme se mantuvo.
— ¿Acaso no me escucharon lo que dije? —bufó molesta la pelirrosa. — No pienso repetir mis palabras. Hagan lo que les ordené o se arrepentirán. —tal vez estaba abusando un poco de su posición al hablar de ese modo, pero sabía que si los dejaba ir libremente, podrían ser un obstáculo para Ichigo y los demás.
— ¿Y qué pasa si no te hacemos caso? ¿Nos matarás? —se burló uno de los hombres.
La joven de cabellos rosados entreabrió los labios para responder, pero antes de que pudiese decir o hacer algo, alguien más intervino.
