Autora POV
— ¡Tsunade, deja de hacer eso!
— ¡No me grites, vieja!
— ¿¡A quién rayos se supone que le estás diciendo vieja!? ¡Y tú deja de gritarme a mí!
— ¡¡Me vas a dar jaqueca!!
Sakura dejó escapar una risa nerviosa mientras observaba la entrada del edificio que se alzaba frente a ella. Los gritos que provenían del interior realmente la hacían dudar dos veces antes de pensar adentrarse en aquel lugar.
Se trataba de una gran biblioteca donde se almacenaba todo el conocimiento de la Sociedad de las Almas. En aquel lugar, Uzumaki Mito y Senju Tsunade trabajaban organizando los archivos que día a día llegaban para ser archivados.
La pelirrosa no podía recordar mucho acerca de ese par, pero sabía que ambas mujeres habían sido de las personas que más habían cuidado de ella cuando era una niña. No estaba segura de cómo reaccionarían al verla luego de tantos años, pero su padre había afirmado con certeza que, si había quien podía romper el sello que bloqueaba su memoria, eran esas mujeres.
— ¿Estás segura de que este es el lugar donde deseas estar? —preguntó Byakuya estando de pie a unos pocos metros por detrás de la ojijade. La expresión en su rostro era severa, sin disimular el descontento que sentía hacia la escandalosa y poco profesional actitud de aquellas mujeres.
Sakura asintió con la cabeza en respuesta.
— En verdad necesito hablar con ellas. —afirmó la princesa. El pelinegro pareció dudar por unos instantes, antes de realizar un leve asentimiento de cabeza en señal de comprensión.
— Regresaré por ti más tarde para escoltarte a una recamara en la que puedas hospedarte y descansar. —informó el capitán de la sexta división enderezando su postura. — Por favor, no te metas en problemas.
Una perfecta ceja rosada fue enarcada en reacción a aquellas palabras.
— ¿Qué se supone que signifique eso?
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【ʟɪʙʀᴏ ɪ】 ꜱᴀᴋᴜʀᴀ-ʜɪᴍᴇ
Fanfiction【ʟɪʙʀᴏ ɪ: ꜱᴀᴋᴜʀᴀ-ʜɪᴍᴇ ꜱᴀɢᴀ】 【ᴄʀᴏꜱꜱᴏᴠᴇʀ ɴᴀʀᴜᴛᴏ x ʙʟᴇᴀᴄʜ】 ♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡o♡o。.。o♡o。.。o♡o。.。o♡ Los susurros de su nombre, las historias de quién fue... Todo parece estar tan fresco en la memoria de la Sociedad de las Almas...