🌱

7K 815 193
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


~♡~

- Me siento tan orgulloso de ti- Harry dice besando cada parte del cuerpo de Louis quien estaba acostado disfrutando de los labios de su omega - Eres tan fuerte, amor. Tan fuerte.

- Tú me haces fuerte - Dice el ojiazul, soltando un alto gemido por las suaves caricias del rizado - No lo hubiera hecho sin ti. Te amo tanto.

En la mañana Harry recibió una llamada del psicólogo de Louis diciendo que ya no veía necesario que el omega siguiera con su citas semanales.

Desde que Louis sufrió de agresión sexual su actitud cambió; el omega no hablaba, no comía, el chico tenía ganas de no respirar.

Los primeros días fueron los más difíciles, Harry no entendía lo que pasaba y su omega rasguñaba fuertemente en su pecho, desesperado al igual que él por ver a su pareja tan triste y distante.

Louis no podía ver a Harry a la cara, sentía que todo lo que le pasó era su culpa. Únicamente suya. Se encerró en su habitación y miraba fijamente la pared, tratando miserablemente detener sus lágrimas que parecían no tener un fin.

El castaño se despertaba en medio de la noche, bañado de sudor y lágrimas, con los brazos de Harry abrazandolo fuertemente y su dulce voz susurrandole palabras tranquilizadoras. Al rizado le dolía verlo así, Louis lucía perdido, asustado, sus manos se aferraban a su camiseta como si eso lograría salvarlo.

Se volvió una rutina.

Cuando Billie y Bebe decidieron visitarlos fue un total infierno, Louis olió a las alfas a la distancia y puso todos sus muebles frente a su puerta para evitar que pasen y logren hacerle daño. Tuvo un nuevo ataque de pánico.

Harry se desesperó, intentaba romper la puerta y no podía, escuchaba como su omega gritaba dentro queriendo que parara, escuchaba como Louis rompía cosas y con la voz desgarrada exigía que se fuera lejos.

Ese día no durmió, se quedó despierto, sentado frente a la puerta, llorando al escuchar a Louis lidiar con su pesadilla solo.

Cuando Louis abrió la puerta fue para conseguir algo que comer, Harry lo miraba de lejos, no queriendo acercarse porque podría alterar a su omega y el pequeño-gran paso que dio al salir se iría a la basura.

Harry pidió unos días libres en su trabajo y habló con Fizzy, informándole sobre el estado de su hermano y pidiéndole que tomara el control de la empresa. El rizado se encargaba de la casa y de Louis, el omega no le hablaba pero finalmente lo dejó acercarse, dejando que Harry cuidara de él.

Fue cuando Harry lo estaba bañando cuando Louis habló por primera vez.

Me violaron, dijo.

Louis accedió ir al psicólogo semanas después, cuando Harry logró hacerle comprender nada de eso era su culpa, que fue una víctima y necesitaba ayuda. No pudieron hacer una denuncia, según Louis el no conocía al alfa que lo agredió y su aroma estaba más que desaparecido en su piel así que su caso fue injustamente archivado en la comisaría con otros cientos de omegas que pasaron por su situación.

Louis podía llegar a ser muy terco, el omega dejó de ir al psicólogo cuando pensó que ya no era necesario. Las pesadillas continuaban y el miedo seguía, pero el no quería regresar.

Había veces en la que se sentía sucio, miraba desde su ventana como las gotas de lluvia chocaban con furia en el frío suelo, y entonces llora, porque aunque no quería hacerlo el recordaba todo.

Todo su interior era un completo caos.

Y el aparentaba con una sonrisa, una que se veía tan real y sincera.

Harry nunca le creyó.

El volver al psicólogo fue un alivio para ambos, Louis comenzó a dar grandes y significativls pasos en todo el proceso de la superación. Pero lo que lo llevó a la cumbre fue el dejarse envolver entre los fuertes aromas de Billie, Bebe y Liam.

Finalmente, luego de unos largos meses, el miedo se fue y dejó el libre paso a la felicidad.

Las arruguitas de sus ojos exhibían su verdadera sonrisa, su risa era más risueña y su corazón se sentía cálido bajo su pecho.

Un agudo gemido lo saca de su mente, Harry alza la vista viendo como los dedos del castaño toman con fuerza las finas sábanas bajo de él.

- Ámame, Harry.

- Te voy a amar tanto, Louis.

Omegas | Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora