Capitulo 112

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     —Lo pensé mucho desde aquella vez. Y cuando estuvimos cerca de la muerte, me di cuenta de que —deje de jugar con mis dedos para sujetar con fuerza mi muñeca izquierda, síntoma de la timidez que se apoderaba de mí—...Eres muy importante para mí, y no sé lo que haría sin ti...Por eso mismo —profundizo mi agarre, sintiendo una fuerte presión en la parte afectada—...También...También siento lo mismo por ti, Markus...

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     Al tener la mirada baja noto que Markus comienza a acercarse a mí lentamente, quedando a unos pocos centímetros de mi cuerpo.

     —Tú estuviste siempre para mí, de manera directa o indirecta siempre podía contar con tu compañía —no quería levantar la mirada t verlo, sentía que si lo hacia me desmayaría o saldría corriendo y no quería hacerlo...quería ser realmente sincera con él—...Mi corazón, o lo que es para mí un corazón, se hace más grande con tan solo estar cerca de ti. Desde el día en que entraste a mi vida, eres lo único en lo que pienso. Antes estaba en un pozo sin fondo, sola...Pero de pronto tocaste mi hombro y sin decir nada, me tomaste de la mano y me llevaste contigo a la luz. Markus...no serás mi primer amor, pero eres el amor que le ha dado sentido a esta nueva vida...Y te amo por hacerme sentir de este modo y mucho más que eso...Te amo...Demasiado...

     Todo era silencioso...Pero era un silencio cómodo y tranquilo, hasta que la voz relajada del moreno rompió ese silencio y lo convirtió en algo mucho mejor.

     —Pase lo que pase mañana, quiero que sepas —con timidez, vuelve a acercarse un paso más a mí, sintiendo un extraño sentimiento crecer en ambos—...que me alegra haberte conocido... —volteo a mirarlo, encontrándome con sus distintivos ojos bicolor sobre los míos. Sus ojos eran más brillantes que antes y su sonrisa era mucho mas hermosa que de costumbre...

     Parpadeo un par de veces, inquieta y avergonzada de verlo aún mas atractivo que de costumbre. —También —sonrió, sintiendo mis mejillas arder—...También me alegra haberte conocido...

     Con nerviosismo, ambos rozamos nuestras manos, tomándolas y entrelazándolas, experimentando de nuevo aquella extraña descarga eléctrica que recorría todo mi cuerpo. Pero esta vez, venía acompañado de una cálida sensación al sentir los labios fríos del moreno posarse sobre los míos, uniéndonos en un beso inexperto y profundo.

     Nos mantuvimos así hasta que nos separamos por precaución a que alguien nos viera en un momento de amantes recién conectados, expresando su amor. Vi una sonrisa triunfadora por parte de el líder de Jericho.

     Aclaré mi garganta, ya que sentía un inoportuno nudo en ella. —Y ahora —rasco mi nuca con la mano derecha (ya que la mano izquierda nos conectaba gracias a que aún no nos habíamos soltado del agarre anterior)—...¿Qué se supone que somos?...

Detroit : Become Human •"Schrödinger"•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora