A la mañana siguiente me desperté totalmente renovada, tenía tanta energía... Aproveché que había vuelto pronto de las vacaciones para así volver a mi trabajo temporal. Llamé al Señor García, quien vendría a ser mi jefe, y parecía contento de volver a escuchar mi voz, mas si era para "quitarle a ese pequeño diablillo" del medio. Parecía mas bien que el pequeño le estorbaba y sinceramente no entiendo a esa gente que tiene hijos y tu dices: "para que los tiene si no los quiere". A mi me encantan los niños y desde luego que te suman mucho, a pesar de que mucha gente no sepa valorarlo. Todos hemos sido niños y parece que a muchos se les olvida porque en un gran numero de ocasiones hablan de ellos desde el desprecio, sin ponerse a pensar que ellos también lo han sido y que gracias a la magnífica idea de sus padres por tener familia, ellos hoy están vivos. Como podéis ver, el tema de los niños es algo que me altera bastante con según que gente.
En media hora me plante en la casa de mi jefe, le faltó tiempo para escabullirse de su casa y con eso, alejarse de su familia, aunque por otro lado, su mujer no se quedaba atrás. Aprovechaba la mínima ocasión para marcharse de compras y volver unas horas mas tarde con muchas bolsas. Tras tocar el timbre, me recibió el señor de la casa.
-No sabes cuanto me alegro de volver a verte, Amber- comenta con una sonrisa muy amplia en su boca-.
Le sonreí amablemente y me adentré en su casa. Al verme, Juan vino corriendo hacia a mi para abrazar mis piernas. Era un niño un tanto revoltoso pero era un amor. Me agaché poniéndome a su altura y le abracé.
-Solo serán un par de horas en lo que su madre y yo terminamos de hacer unos cuantos recados- comenta su padre mientras se acomoda el cuello de su camisa, mirándose al espejo-.
-Perfecto, nos quedaremos aquí y nos lo pasaremos muy bien ¿verdad?-
El pequeño que se encontraba a mi lado asintió enérgicamente con una sonrisa en la cara.
Ambos progenitores abandonaron su hogar y me quede sola con Juan. El niño corrió hasta el sofá y dio a reanudar su partida en la Play Station 4. Seguí sus pasos y me senté a su lado. Estaba jugando a un juego que sinceramente no había visto nunca, era muy famosos pero yo no estoy en el mundo de los vídeo juegos por lo que no entendía nada.
-¿A que estás jugando?- le pregunto mientras miro atentamente la pantalla-.
-Es el Fortnite-. comenta sin apenas retirar la vista de la caja tonta-.
-Ahh... ¿y que tienes que hacer?- le preguntaba mas que nada porque estaba aburrida y he de reconocer que me daba curiosidad esos peculiares personajes que se paseaban por la pantalla lanzándose disparos entre unos y otros-.
- Pues en la Tierra hubo una tormenta mortal que hizo que la gente desapareciera y solo quedaran unos pocos supervivientes a los que les atacarían zombis. Entonces, tengo que recoger recursos, salvar sobrevivientes e intentar que retroceda la tormenta-. dice mientras presiona las teclas del mando y mueve sus manos de un lado al otro como si eso sirviera para dirigir al juego. Estaba realmente concentrado-.
Estuvo como mas de una hora jugando a ese juego hasta que le dije que debía dejar de jugar, ya que podría hacerle daño estar tanto tiempo plantado delante de la pantalla. Entonces no se le ocurrió mejor idea que jugar al fútbol y ponerme a mi de portera. Salimos al jardín de la gran casa. Este era mi lugar favorito de todo su hogar, tenia un gran campo de hierba donde podríamos jugar tranquilamente, un poco mas allá se encontraba una gran piscina rodead por tumbonas, una barbacoa y una mesa para tanto tomar algo como comer.
Se nos paso el tiempo volando y la verdad es que solo trabajé tres horas. Cuando llegó la madre de Juan, me pagó demasiado bien mi trabajo y me despedí del pequeño para después coger mi coche, me coloqué mis gafas de sol, porque un día mas este brillaba con una fuerza increíble, y me puse una vez mas en marcha al ritmo de "Sucker" de los Jonas Brothers, que justamente estaba sonando en ese momento en la radio.
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El pasado siempre vuelve |Marco Asensio|
Fiksi PenggemarTodos dicen que el pasado siempre vuelve. Yo pensaba que el mio estaba mas que enterrado, hasta que lo vi. Es muy difícil olvidar a alguien del pasado, aunque lo quieras con todas tus fuerzas, cuando queríamos a esa persona en nuestro futuro. Todo...