CAPITULO 20

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Abro mis ojos a temprana hora de la mañana, otro día nuevo. Me levanto, me ducho y visto como cada mañana antes de bajar a desayunar. En la cocina me encuentro con Igor que para mi sorpresa esta acompañado de Elena. Al entrar esta ultima me sonrío radiante y aunque le devolví la sonrisa, mentalmente rodé los ojos.  No sabia muy bien por que pero no me fiaba de ella.  Me hice un café mientras escuchaba las noticias y a los demás hablando de fondo. Cuando me despertaba solía estar en modo ameba, me costaba mucho hablar con los demás al acabar de despertarme, bueno excepto con una persona. Me siento a tomar el café tranquilamente junto con los demás. Justo en ese momento me di cuenta que faltaba alguien.

-¿Marco sigue durmiendo?- fruncí el ceño extrañada mientras miraba a su hermano pues el pequeño de los Asensio solía madrugar bastante mas que yo y no verle por aquí, se me hacia raro-.

-No, el se marcho de casa bastante pronto. Hoy es su aniversario con Sandra-. comentó mientras llevaba su mano a la pierna de su novia-.

Mentalmente me golpee en la cara. Era cierto.

-Sii, hacen un año. ¿A que hacen una pareja monisima?- me sorprendí al escuchar aquel comentario de una entusiasmada Elena-.

Me limité a asentir con una sonrisa fingida en la boca. Pude sentir como Igor se ponía algo incomodo al notar que yo también lo estaba.

-Bueno eh.... - Igor intentó cambiar de tema pero sus intentos fueron en vano pues Elena le interrumpió-.

-¿A que es bonito que le haya preparado una escapada romántica? ¿A quien no le gusta eso?-.

Esperad un momento, ¿soy yo o esta yendo de lleno a por mi?

-Es bonito pero creo que no hace falta eso para demostrarle a una persona que le importas, yo soy mas de sentimientos, ¿sabes?, mas real y menos materialista- Dicho esto me levante para lavar mi taza y marcharme en seguida de allí dejandole con la palabra en la boca-.

Me había despertado de buen humor pero so había cambiado en cuanto me enteré que la persona que dice que le importo, se ha ido por ahí a vete a saber que con su "novia", para encima tenia que lidiar con la petarda de Elena.

Cogí mis cosas y me encaminé a ver  a mi padre al hospital. Parecía que la cosa iba mejorando y seguramente al final de la tarde le dieran el alta y pudiera volver a casa. Esto era una gran noticia porque seria un chute de motivación para que siguiera con su recuperación rodeado de sus seres queridos y en su propio entorno.

A media mañana llego mi hermano, quien no había podido visitar a mi padre antes por culpa del trabajo. Saludó a mi madre al entrar y después se dirigió a mi padre.

-¿Como te encuentras, viejo?- comentó burlonamente porque siempre le llamaba así para molestarle-.

-Vivo, que no es poco-. una pequeña sonrisa adornaba su cara-.

-¡Ay papá, de verdad!- le regañe por decir aquello mientras me levantaba-.

-Bueno, algo de bueno tiene todo esto, estamos los cuatro de vuelta juntos- dijo con una tierna sonrisa en su cara y tanto mi hermano como yo, le abrazamos a la vez-.

-Eh, eh que falto yo. - la voz de mi madre sonó justo detrás de mi, para segundos después sentir como se colocaba a mi lado y se nos unió-.

Aquello había sido una muestra de amor, que tanto ellos como yo necesitábamos. Esperaba que nuestra relación cambiase a partir de ahora y fuera mas estrecha. A veces necesitamos un choque de realidad para ver como son las cosas y cambiarlas a mejor.

A las dos de la tarde o así, decidí que era buena hora para bajar a comer algo.

-Aprovechando que estáis aquí, bajare a comer, que ya sabéis que  yo sin comida no soy persona- mi madre se río por mi comentario pues sabia perfectamente que no mentía con aquello-.

El pasado siempre vuelve |Marco Asensio|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora