CAPITULO 16

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Los días pasaban y llegamos finalmente al Viernes. Como cada semana, al llegar al tan esperado fin de semana, me encontraba realmente cansada. Aunque todavía quedaban un par de meses para comenzar los parciales, en la universidad no paraban de enviarnos trabajos y mas trabajos por lo que me veía muy estresada y agobiada por no llegar a terminarlos a tiempo. 

A pesar de ser viernes me encontraba en "mi habitación" con millones de papeles tirados por toda la cama. Estaba sentada en ella con mi portátil mientras tecleaba lo mas rápido que podía las teclas del teclado con mi mirada fija en la pantalla. Pegué un salto sobre la cama en cuanto comenzó a sonarme el móvil, estaba tan concentrada en lo que hacía que no me lo esperaba. Estire el brazo hacia la mesilla en la que se encontraba mi móvil boca abajo, y lo cogí para ver que era Lía quien me estaba haciendo una vídeo llamada. Acepté rápidamente la llamada mientras colocaba el móvil sobre la pantalla para que me enfocara perfectamente mientras volvía a teclear rápidamente.

-Hey ¿que pasa, empollona?- Comentó una sonriente Lía a través de la pantalla-.

-Hola y no soy empollona-. Rodé los ojos y la fulmine con la mirada haciendo que ambas estallásemos en carcajadas-.

-No... por eso estas un viernes a las... -Hizo una pausa para mirar su muñeca- siete de la tarde haciendo trabajos y volviéndote loca con cosas de clase-. comentó mostrando claramente ironía en su tono de voz-.

-Lia, no llego. La semana que viene tengo que presentar un trabajo por día y es que no me da la vida - Estaba realmente exasperada, veía que no tenia tiempo humano para acabar con todo lo que tenia que entregar-.

-Pero no puedes seguir con el trabajo sin tomarte un descanso y para eso te llamaba-. En su boca apareció una sonrisa de autosuficiencia-. Vente a mi casa, pedimos la cena y pasamos un rato entre mejores amigas- Su sonrisa fue tan amplia al acabar la frase que no pude evitar que se contagiara en mi-.

-Me encantaría pero...-. Inmediatamente fui interrumpida por mi amiga-.

-No hay peros que valgan. !Te espero en casa!- Eso fue lo ultimo que escuche para después verla saludarme con su mano y una increíble sonrisa a través de la pantalla, y finalmente colgó la llamada-.

Me reí sin saber muy bien por qué y tras pensármelo durante unos segundos, comencé a recoger todo lo que se encontraba por ahí tirado. Preferí no cambiarme de ropa pues mi vestimenta era bastante sencilla. Llevaba una camiseta negra que ponía "Stop and smell the flowers" con letras blancas en el centro de esta. Le hice un nudo dejando un poco de mi tronco al descubierto antes de llegar al pantalón vaquero de un color negro sucio adornado con un cinturón de color blanco y finalmente en mis pies unas botas a juego con aquel cinturón (al final del cap tenéis el outfit). Me miré al espejo y decidí deshacer el moño desenfadado que me había hecho para estudiar y dejé mi pelo suelto completamente liso. Cogí un bolso negro en el cual metí mis cosas imprescindibles como el móvil, las llaves, el cacao para los labios... y salí de mi habitación para bajar rápidamente las escaleras. Busque en la cocina, en el salón, en el jardín... y no había nadie. Me pareció raro no ver por ahí a Gilberto, pero seguramente haya salido por cualquier cosa. Estaba a punto de darme por vencida cuando entra en la cocina Marco y me sorprendió bastante porque iba vestido con una camisa negra abrochada hasta el ultimo botón de arriba, unos pantalones a juego con su camisa, al igual que una chaqueta del mismo color. Lo único que desentonaba un poco era que en lugar de llevar zapatos, vestía unos zapatillas negras. En el bolsillo de su americana, tenia un pañuelo negro perfectamente doblado, decorando aquella chaqueta. Sin duda me sorprendía verle a si, estaba acostumbrada a que vistiera casi siempre ropa deportiva y exclusivamente ropa mas formal para acontecimientos importantes.

-Amber, voy a salir. Así que te quedaras sola...- dice mientras se acerca a la encimera y busca un vaso para beber agua-.

-Justamente estaba buscándoos para avisaros que yo también me voy-.

El pasado siempre vuelve |Marco Asensio|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora