Los Teen Titans se separan, van a buscar un camino con aventuras diferentes y Raven decide mudarse a un piso con un superhéroe; Jason Todd.
Después de su relación con Chico Bestia y que él la "engañara" con Terra, Raven deja la vida amorosa.
¿Podrá...
Vengo a aclarar que estás en la zona JayRae. Si ves el símbolo "○" en el título es porque es este shipp. Espero que disfrutes.
Jason se encontró con Raven en la zona de comida del lugar. Compraron dos hamburguesas y comieron. Pensaron en las próximas atracciones a las que se subirían y dijeron que su próxima parada sería La Lanzadera.
Acabaron de comer, tiraron los papeles en la basura y fueron a la atracción.
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(¿Conoces la atracción? Más concretamente, ¿conoces de dónde es y has ido? uwu)
-Tiene pinta de genial, ¿eh? -dijo Raven dirigiéndose a la cola.
-¿Bromeas? ¡Es genial! -a Jason le gustaban mucho las atracciones fuertes y esta era una de sus favoritas ya que, como su propio nombre indicaba, te lanzaban desde muy alto.
En el aire habían muchos ruidos, tanto de gente gritando como el ruido de la atracción. Tenía una pinta de miedo y eso era cool. Les tocó subirse y se sentaron. Los sitios estaban repartidos en tres y por cada lado de la atracción habían nueve lugares para sentarse. Al lado de ellos se sentó un chico rubio con pecas y ojos azules. Llevaba un oufit verde y les recordó a Beast Boy.
-¿Preparada? -Jason hizo que Raven dejara de mirar al chico. Él puso su mano abierta en medio de ellos. Los protectores de la atracción para que no te salgas bajaron.
-Preparada -Raven sonrió y agarró la mano de Jason.
Subieron a lo más alto donde pudieron ver toda la feria y Jump City. Antes de que la atracción cayera, Jason aprovechó que no se escucharía nada cuando cayeran, y faltaba nada para eso.
-Raven... -dijo él sin dejar de mirar al suelo.
-¿Qué? -se giró a mirarle.
De repente la atracción cayó y cuando todos los gritos empezaron a salir por las bocas de todos los que estaban allí, lo soltó.
-¡Me gustaaaaas! -gritaba un poco bajo y luego lo acompañó con los gritos normales que se sueltan en estas atracciones.
Raven también gritaba y no lo pudo esuchar bien. Sabía que había dicho algo pero no el qué. Una vez la atracción acabó, y con pelos locos por ambas partes, salieron tambaleándose.
-¿Bien? -dijo Jason agarrándose a la valla de la salida.
-Eh... -Raven se tropezó con su pie y cayó encima de Jason- Bueno, ahora sí -rió.
Jason la levantó.
-¿Te apetece ir al carrusel, mi bella dama? -le hizo una reverencia y ella, mirando dirección a la atracción mencionada dijo que sí.
