Capítulo 10

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Cerré mi computadora y me quedé unos segundos mirando hacia la puerta, esto no podía estar pasando. Me puse de pie y comencé a buscar a Agustín por toda la casa, si creí que podía meterse en mis asuntos y salir ileso estaba muy equivocado, no tenía derecho alguno de responder mis llamadas y mucho menos de sugerir que entre nosotros pudiese volver a existir algo solo para molestar a Manu

Baje las escaleras hacia la cocina, pero no estaba ahí, los chicos iban a cocinar esta noche para cenar en el jardín, mientras las chicas nos encargábamos de decorar y colocar las luces

– ¿Has visto a Agustín? – Le pregunte a Rugge

– Estaba en la habitación

– Gracias

Volví a subir y fui directo a su habitación, Agustin estaba mirando su celular recostado en su cama, él me miro sorprendido cuando entre sin tocar, no estaba de humor para formalidades, así que sería mejor ir directo al grano

– ¿Por qué lo hiciste?

– ¿El qué? – Dejo el celular a un lado

– ¿Por qué respondiste mi teléfono?

– Ah, eso... – Sonrió acercándose a mí – Estabas ocupada y pensé que...

– No tienes derecho alguno a tocar mis cosas

– Vamos... solo fue una llamada, no es para tanto – Me miro inocentemente – ¿Comosellame se molestó?

– Por supuesto que no – Mentí – Sabe que puede confiar en mi

– ¿Entonces cuál es el problema? – Frunció el ceño y me miró fijamente

– El problema es que... – Continúo acercándose mientras yo retrocedía – No puedes contestar mis llamadas

– Creí que era una emergencia

Choque contra la pared, su sonrisa se hizo aún más amplia y se inclinó para mirarme mejor y apoyo un brazo sobre mi cabeza, estaba nerviosa por su cercanía, pero no planeaba doblegarme ante él, Manu no me lo había dicho, pero estaba segura de que le había molestado que él respondiera

– Además... – Nuestros rostros estaban demasiado cerca – Nada de lo que dije era mentira, somos pareja te gusté o no y tendremos que pasar mucho tiempo juntos

Su mirada era intensa y me hacía sentir pequeña, si no quería perder la discusión debía poner distancia entre nosotros, gire hacia la derecha dispuesta a escapar, pero su brazo libre me cerro el camino haciéndome volver a mi lugar

– ¿Eso te incomoda?

– Me incomoda tu existencia – Frunció el ceño

– No decías eso cuando te besaba – Dijo molesto mientras su rostro se acercaba intentando besarme

– ¿Y tu novia? – Se detuvo en seco – No creo que le agrade saber lo que estás haciendo

Apretó la mandíbula, había acertado. Se retiró a regañadientes dejándome libre, se sentó sobre su cama mientras yo al fin podía respirar y aclarar mis ideas

– No quiero que vuelvas a hacerlo

– Fue solo una llamada, no tienes por qué exagerar

– No es por la llamada, es por el hecho de que creas que está bien meterte en mis asuntos – Puso los ojos en blanco – ¿Te gustaría que yo hiciera lo mismo?

– Por mí no hay problema, no me pondría histérico como tu

Sonreí con sarcasmo y él se burló de mí, no estaba siendo histérica ¿o sí? Fruncí el ceño y crucé los brazos para demostrarle que hablaba en serio, de repente su celular comenzó a sonar, le estaba entrando una llamada, me lance por él tomándolo por sorpresa, ya veríamos si en verdad no le importaba que yo hiciera lo mismo

Agus intentó quitármelo, pero me alejé de él antes de que pudiera quitármelo y atendí la llamada amenazándolo con hablar

Llamada telefónica

– Hola amor – Sonreí con malicia, era Agustina – ¿Cómo estás? Te extraño ¿Cuándo vuelves?

– Hola, Agustina – Agus me miro nervioso – Agus no puede atender ahora, pero con gusto yo le doy tu mensaje

– ¿Quién habla?

– Soy Caro, la compañera de serie de Agus

Agustín me miro suplicándome que le devolviera el teléfono, al parecer ahora si le importaba que yo respondiera sus llamadas

– ¿Qué haces con su teléfono?

– Lo dejo sobre su cama cuando sonó – Sonreí – Pensé que podría ser una emergencia y atendí

– ¿Qué haces en su habitación?

– Que ¿Qué hago en su habitación? – Respondí mirando a Agus con cinismo, esto se pondría bueno – Estábamos platicando sobre...

Agus me atrapo entre sus brazos intentando quitarme su celular, yo solo me aferre a él, si había creído que esto se quedaría así estaba muy equivocado, en una rápida maniobra logre activar el altavoz y colocarlo en la parte trasera de mi pantalón

– Corta la llamada hora – Susurro intentando que Agustina no lo escuchara

– ¿Agus? – Dijo ella al otro lado de la línea

Me miro nervioso, yo solo sonreí y el volvió al ataque sacándome el celular del bolsillo y cortando la llamada, parecía molesto, pero el solo se lo había ganado. Acababa de demostrarle que responder llamadas ajenas no era correcto

– ¿A caso sabes lo que acabas de hacer? – Me miro molesto

– Solo respondí una llamada porque creí que podría se una emergencia – Utilice sus palabras en contra

– Agustina se volverá loca – Paso las manos por su cabello

– ¿No confía en ti? – Pregunte provocándolo

– Sera mejor que te vayas

Me tomo del brazo y me acompaño hasta la puerta, tal vez me había excedido un poco, pero se lo merecía así que no planeaba disculparme. Me saco de su habitación y cerró la puerta con fuerza, tal vez podría enviarle un mensaje a Agustina diciéndole que fue una broma, pero no tenía su número y estaba segura de que si se lo pedía a Agus no me lo diría

– Carolina Kopelioff – Voltee a ver a la dueña de esa voz – ¿Se puede saber qué hacías en esa habitación? – Valu tenía los brazos cruzados y me miraba con desaprobación

La mire inocentemente y le pedí que guardara silencio, no creo que este sea un buen lugar para contárselo, entrelace nuestros brazos y fuimos a un lugar más privado. Valu odiaba a Agustina así que cuando le conté lo que acababa de hacer no pudo parar de reír al imaginar lo celosa que se habrá puesto y la gran discusión que le esperaba a Agus

Estaba de acuerdo conmigo en que atender llamadas ajenas no era correcto y se alegraba de que no me hubiese dejado doblegar por él, así la siguiente vez que sonara mi celular y el estuviera cerca lo pensaría dos veces antes de atender

Estuvimos un rato más platicando sobre eso hasta que decidimos bajar para ayudar a las chicas con el jardín, esa noche Agus no me dirigió la palabra, ni siquiera me miro, parecía molesto. Una parte de mi quería pedirle disculpas por lo que había hecho pero la otra parte no quería hacerlo, en realidad se alegraba de que su novia estuviera molesta con él y eso era algo que me asustaba

Me aterraba la idea de que mi corazón pudiese arruinarlo todo

Me aterraba la idea de que mi corazón pudiese arruinarlo todo

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