Capítulo 50

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Dicen que los mejores atardeceres los trae el otoño y el invierno, pero ahora mismo podía decir que este era el mejor de los que había visto y apenas terminaba el verano, pronto llegaría el otoño para cambiar el paisaje de nuevo. Alce la vista y deje que los últimos rayos del sol acariciaran mi rostro

Sabía que Agus había venido hasta acá por algo importante, pero no quería romper este momento, prefería seguir en silencio solo un poco más. Cuando lo vi ahí, sentado en la mesa conversando con mi familia como si fuera algo que hacían todos los días, sentí que el corazón se me apachurraba

Solo Nati sabia la historia completa, mamá y papá solo creían que habíamos terminado porque él necesitaba tiempo, no fue difícil hacerles creer eso, ya que Agus se salió del proyecto para dedicarse de lleno a la música. Ellos lo quieren mucho y no quería que se enteraran de todas las locuras que hice por amor

Ahora, que finalmente habíamos logrado escapar de mi familia, estábamos sentados en el porche de la casa mirando el atardecer, como si el pasado hubiese dejado de doler abriéndole paso a un impredecible futuro

– Tu hermana dijo que habías ido a una audición – Dijo rompiendo el silencio – ¿Cómo te fue?

– Bien – Suspire – Supongo, nos darán los resultados hasta la siguiente semana

– ¿Y qué es? ¿teatro? ¿televisión? ¿Alguna película?

– Sólo es un videoclip

– ¿Para qué artista?

Lo mire un poco confundida, no creo que se haya tomado la molestia de venir hasta acá solo para preguntarme por mi audición, ni siquiera creo que supiese que haría una audición

– ¿Qué haces aquí? – Pregunte sin rodeos

El sonrió de lado y desvió la mirada, parecía un poco nervioso, paso una mano por su cabello y tomo aire

– Termine con Agustina

Lo mire sorprendida, sabía que debía ser algo importante, pero jamás imagine que sería esto, ni siquiera sabía cómo reaccionar ante eso ¿debería estar alegre? Tal vez debería consolarlo, aunque no parecía muy afligido

– ¿No dirás nada? – Sonrió mirándome

– Yo... lo lamento, supongo que estas...

– Feliz – Dijo tomando mi mano – Libre

Libre, ya no tenía novia, y yo ya no tenía novio, tal vez... No, si él acababa de terminar su relación no sería correcto, no podíamos hacerlo ahora

– No creo que esto sea lo correcto – Retire mi mano de la suya – Acabas de terminar con ella y...

– Terminamos hace más de un mes – Fruncí el ceño – El día que fui al teatro te lo iba a decir, pero te vi con Manuel

Así que por eso se había ido sin hablar conmigo, por eso había salido huyendo sin verme, él aun creía que estaba con él

– Yo... – Debía decírselo, debí habérselo dicho desde el primer día – Mi relación con él termino un día antes de... – Lo mire atentamente – De besarte en mi habitación

Mire hacia el suelo, un apoco avergonzada, había terminado con mi novio y lo primero que había hecho, prácticamente, fue besarlo

– Lo se

Lo mire sorprendida ¿acaso había escuchado bien? ¿lo sabía? ¿Cómo? si yo no se lo había contado, tal vez había sido Valu o Male, tal vez Male se lo había contado a Juli y Juli se lo había dicho a él

– El otro día vi a Manuelito – Sonrió al pronunciar su nombre – Él me lo contó

Fruncí el ceño aún más confundida, creí que ellos se odiaban, esto carecía de sentido ¿Por qué él se lo diría? Ni siquiera eran amigos o algo así, simplemente no podía ni imaginarlo, era mucho más probable que se agarraran a golpes

– ¿Cómo es que...?

– En realidad todo fue por... una pequeña confusión

– ¿Qué confusión?

– Bueno – Se rasco la nuca – Lo vi en un bar con... otra chica – Me miro inocentemente – Creí que ustedes seguían juntos y...

– ¿Y?

Sonrió de lado y desvió la vista

– Intercambiamos unos cuantos golpes

– ¡Agustín! – Lo miré molesta – Creí que me habías prometido que no te meterías en ninguna pelea de nuevo

– En realidad... – Intento calmarme – Te prometí que no dejaría que me golpearan sin defenderme – Sonrió de lado – En mi defensa puedo decir que solo intentaba defenderte

Negué en silencio. Ahora parecía tener más sentido

– Lo lamento – Continuo – Si me hubieses contado la verdad desde el principio yo no...

– ¿Así que ahora yo tengo la culpa de que utilices los golpes en vez de las palabras?

– No, pero... ¿Por qué no me lo contaste?

Desvié la mirada intentando evitarlo, debí habérselo contado desde el principio, pero tenía miedo de lo que sentía, ya una vez me había arriesgado, apostándolo todo por un amor que termino rompiéndome el corazón, sabia lo mucho que eso dolía. Creí que si él tenía novia y creía que yo tenía novio... eso me mantendría a salvo, a salvo de mis sentimientos

– No importa – Tomo mi mano de nuevo – Nada de eso importa ya

Lo mire nerviosa, no iba a rendirse

– Voy a hacer que me ames Kopelioff – Dijo seguro de sí mismo – Y eta vez no habrá nada ni nadie que me lo impida

Mi corazón latió con intensidad ante su promesa

– Juro que borrare cada lagrima que derramaste por mi culpa – Acaricio mi mejilla – Voy a amarte tanto que olvidaras todo el dolor que te hice sentir

Cerré los ojos disfrutando de su caricia, tal vez no había sido nuestro momento, quizá no estábamos preparados para tener una relación en aquel entonces, pero ahora... podría ignorar a la razón solo esta vez y... tal vez arriesgarme solo una última vez

– Voy a borrar esta distancia y haré que nuestros caminos nunca más vuelvan a separarse – Lo mire con un nudo en la garganta – Sé que te prometí un final feliz, pero te daré algo mucho mejor. ¿Qué tal si empezamos con un felices para siempre? – Beso la punta de mi nariz – Solo di que si

Era fácil ver todos los contras de esa simple palabra, podría terminar aun peor que la última vez, ese SI podría traer mucho dolor, pero si todo salía bien, si el amor que sentíamos el uno por el otro encontraba la manera de crecer podría llenarlo todo. Alce la mano y acaricie su cabello, podría haber miles de finales para esto, algunos no tan buenos como otros, pero si no nos arriesgábamos jamás lo sabríamos

Sonreí y asentí en silencio, me arriesgaría, iba a apostarlo todo por esto que estábamos sintiendo, y si las cosas no salían como esperaba, ya habría tiempo para volver a intentarlo. Agus sonrió feliz y, sin importarle que mis padres pudiesen vernos, me beso sellando así esta promesa que nuestros corazones habían pactado. Íbamos a entregarnos por completo y vivir el amor latido a latido, hasta no quedara nada mas

 Íbamos a entregarnos por completo y vivir el amor latido a latido, hasta no quedara nada mas

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