Capítulo 37

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Caro

Lio, Anita y chara se habían marchado hace dos días, al parecer tenían temas pendientes que necesitaban resolver antes de fin de año y no podrían acompañarnos en la posada, era una verdadera lástima que no pudieran quedarse, hubiese sido muy lindo que estuvieran aquí. Todos nos trasladamos a la casa de Karol donde sería la posada, habían pasado mucho tiempo organizandola y todo les había quedado espectacular

El jardín estaba lleno de gente, la familia de Mike y de Karol los habían ayudado a planearlo todo. Había un montón de luces colgando de lo alto de los árboles creando una linda postal, había mesas con una amplia variedad de comida típica de acá, ni siquiera sabía por dónde empezar a probar

Agus y Jorge estaban comiendo, Maxi ayudaba a Mike a poner una soga para la piñata mientras Karol no paraba de darles instrucciones, Marcos y Valu estaban ayudando a la mamá de Karol a traer más comida, Katu, Mateo y Helenita estaban adentro colocando sus regalos bajo el árbol, habíamos decidido hacer un intercambio de regalos después de la posada, Male y yo estábamos probando el ponche caliente para quitarnos un poco el frío mientras Rugge y Cande estaban bailando

La película había terminado oficialmente y nuestra estadía en México terminaba un día después del concierto de los chicos acá. Miré a mi alrededor y los vi a todos felices, iba a extrañar verlos a diario, pero sabía que podía contar con ellos cuando lo necesitara, así como ellos podían contar conmigo

– ¿Quién te toco en el intercambio? – Me pregunto Male

– Es una sorpresa...

– Vamos, dime – Insistió – No se lo diré a nadie

– No puedo

– Solo quiero saber si es Agus

Sentí como mis mejillas se sonrojaban al escuchar su nombre

– No

– Ash... Creí que tal vez...

– Male...

– Perdón, pero – Me miro nerviosa – Necesito saber qué onda con ustedes

– No hay nada entre nosotros – Desvié la mirada

– ¿Entonces por qué no ha parado de mirarte desde que llegamos?

Voltee discretamente en su dirección y nuestras miradas se encontraron, Agus sonrió y comenzó a acercarse. Todas mis terminaciones nerviosas se pusieron alertas, no esperaba que se acercara, ni siquiera tenía planeado hablar con él o algo así, después de nuestro beso de despedida no habíamos vuelto a cruzar palabra

Male me sonrió feliz, al parecer se estaba divirtiendo con esto

– Hola – Saludo al llegar – ¿Qué hacen?

– Estaba intentando que Caro me dijera quien le toco en el intercambio

– ¿A sí? – Me miro con una sonrisa

Sentí como me hacía pequeña bajo su atenta mirada, las palabras no me salían y me era imposible pensar con coherencia al tenerlo tan cerca

– Pero como siempre se niega rotundamente – Male cruzo los brazos – ¿A ti quien te toco?

– Cande ¿y a ti?

– Mmm... No sé si decirte

– Yo ya te dije

– Bien, me tocaste tu

– ¿A sí? – Sonrió – ¿Y cuál es mi regalo?

Male no respondió, la sonrisa en su rostro se hizo más amplia pero no dijo ni una sola palabra, parecía como si estuvieran hablando mentalmente ya que Agus le sonrió de vuelta. Esto era realmente extraño

– Tengo que irme – Dijo Male de repente – Olvide algo adentro...

– Te acompaño – Respondí sin dudarlo

– No – Me obligo a detenerme – Es que también necesito llamar a casa, ya sabes... para desearles feliz navidad y así. Ya vuelvo

Se despidió de ambos y desapareció dejándonos solos

Agus

Sonreí al ver a Caro tan nerviosa, no habíamos estado solos desde la última vez que nos besamos, éste era el mejor regalo que Male pudo haberme dado. Sabía que las cosas con Caro debían esperar un poco, al menos hasta que encontrara la forma de dejar a Agustina y ella terminara con Manuel, pero no quería que se alejara, no soportaría perderla de nuevo

– ¿Quieres bailar? – Pregunte ofreciéndole mi mano

– No creo que...

– Solo es un baile – Insistí

Ella me miro nerviosa, pero al final accedió así que tome su mano y ella se dejó guiar. Decidí llevarla a un lugar más apartado donde pudiéramos hablar sin ser escuchados, sabía que después de esta noche no volvería a tener otra oportunidad para hablar con ella a solas antes de que nuestros caminos volvieran a separarse

– Creí que íbamos a bailar

– Eso haremos – Sonreí tomándola por la cintura

Cruce sus brazos sobre mi cuello, y comencé a mover nuestros cuerpos a un ritmo lento, jamás tendría suficiente de ella

– Sé que no quieres hablar más de nosotros – Me miro en silencio – Y lo entiendo

Acaricie su mejilla sintiendo como se estremecía ante mi caricia

– Pero necesito saber que no huirás de nuevo

– Yo no...

– No te alejes – Continúe – Prometiste que no te apartarías

Coloco su mano sobre la mía y sonrió de lado, tenía miedo de que al soltarla la distancia entre nosotros no parara de crecer

– Sé que he hecho las cosas mal – Sonreí sin ganas sintiéndome un idiota – Pero te juro que te recompensare por cada lagrima que derramaste por mi culpa – Los ojos de Caro comenzaron a llenarse de lágrimas – Cuando sea libre iré a buscarte, lo prometo

Bese su mejilla suavemente

– Borrare a besos todos los malos recuerdos – Caro sonrió y enrede sus manos en mi cabello – Te amare tanto que el mundo se detendrá para observarnos – Sonreí – Mientras tanto, podemos empezar siendo amigos

– Eso suena bien

Sonreí feliz y la estreché contra mi pecho ocultando mi rostro en su cabello, quería guardar este momento en mi mente para poder soportar lo que venía. Al volver a Argentina la realidad nos golpearía a la cara con fuerza, por más que lo intentara sabía que no podría acercarme a ella con Manuel en el medio, debía respetar su relación

Cerré los ojos viajando hasta aquel primer baile que compartimos en el set de grabación, fui un idiota al no darme cuenta que eso que sentí aquel día fue amor, mis sentimientos hacia ella no pararon de crecer desde aquel día y aunque no logre comprenderlo a tiempo mi corazón siempre lo supo

Aunque me llevara la vida entera encontraría el camino hacia ella, no importa la distancia que nos separa o el tiempo que nos lleve, no importa cuántos obstáculos se pongan en nuestro camino, nada de eso importa cuando amas a alguien y ese alguien te corresponde. Nos merecíamos ese final feliz

 Nos merecíamos ese final feliz

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