Capítulo 59

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Caro

Terminamos de grabar algo tarde, así que en vez de regresar a casa a comer decidí comprar algo ligero en el camino, tengo una audición por la tarde así que aun debía repasar los diálogos, justo a esta hora era cuando la mayoría de las personas salían de sus trabajos e iban a comer y si regresaba a casa perdería demasiado tiempo en el trafico

En algunas ocasiones era mejor caminar por la ciudad que conducir y justo hoy era uno de esos días. Entre a la primera tienda que encontré, solo necesitaba algo que me ayudara a contener el hambre hasta terminar la audición u poder volver a casa, así que tome un paquete de galletas del estante, una manzana y una botella de jugo, con eso sería suficiente

Di la media vuelta para ir a pagar en caja, pero antes de poder hacerlo choque con alguien. Me disculpe instantáneamente y la ayude a recoger algunas cosas que se habían caído de su cesta con el golpe, cuando me di cuenta de quién era ya era demasiado tarde para salir huyendo, así que solo la mire con una sonrisa

– ¡Caro! – Me abrazo entusiasmada

– Hola – Salude a Claudia

– Hace años que no te veo – Había pasado un buen tiempo – ¿Cómo has estado?

– Bien, gracias por preguntar – Esto era algo raro – ¿Y usted, vino a visitar a Agus?

– Si – Sonrió – Vine a visitarlo, llegue hace rato y fui a su departamento – Me explico – Pero él no estaba, así que deje mis maletas y vine acá a comprar algunas cosas para preparar la comida y darle una sorpresa cuando vuelva del estudio

– Estoy segura de que le gustara mucho su visita

– ¿Y qué hay de ti? – Me miro con curiosidad – ¿Ya comiste?

– No – Admití – Acabo de salir de grabar, y tengo una audición por la tarde, se me complica un poco volver a casa para comer, así que me compre algo ligero mientras tanto

Le mostré mi comida de hoy, aunque no era algo saludable, al menos era una buena combinación y me ayudarían a aguantar un poco

– No creo que eso sea algo saludable

– Sé que no lo es – Coincidí – Pero en verdad no puedo llegar tarde

– ¿Dónde es tu audición?

– A un par de cuadras de acá

– Tengo una idea – sonrió animada – El departamento de Agus queda cerca de acá, así que... ¿Qué te parece venir a comer con nosotros?

– No creo que sea una buena idea

– Está más cerca que tu casa – Insistió – Y podrás tener comida de verdad

– No es eso, es...

– Si es por el tiempo – Dijo interrumpiéndome – Agus puede llevarte a donde tengas que ir

– Me encantaría acompañarlos, pero...

– Pero nada – Me tomo del brazo quitándome las cosas de la mano – Tu vienes conmigo, y no aceptare un no por respuesta

Dejo las cosas que me había quitado en su lugar y después fuimos a caja a pagar por su compra. Sabía que esto era una mala idea, no tenía ni idea de cómo iba a reaccionar Agus al verme en su departamento con su mama, esto podía salir mal de muchas maneras, debía huir, pero con Claudia sabía que eso sería muy difícil, prácticamente imposible

Salimos de la tienda y fuimos directo al departamento de Agus, aun no había vuelto y la puerta estaba cerrada, así que Claudia abrió con su llave. Ayude a Claudia con las bolsas y después de descansar un poco, nos preparamos para cocinar

Debo admitir que Claudia tenía razón, su comida casera era mil veces mejor que mi triste intento de comida comprada en la tienda, aun no terminábamos de cocinar y ya olía delicioso. Claudia estuvo enseñándome su receta secreta mientras la ayudaba, era una gran cocinera, esta sería la primera vez que probaría su comida y podía apostar lo que fuera a que sabría delicioso

Claudia bajo el fuego para que se cocinara lento y comenzamos a preparar la guarnición, sería una ensalada fresca. Estaba ayudándola a lavar las verduras cuando la puerta de la sala se abrió, Agus había llegado

Agus

A penas entre al departamento y ya olía delicioso. En este momento lo que menos me importaba era saber quién había entrado, lo único que quería era comer, mi estómago me lo pedía a agritos, Maxi y yo nos habíamos pasado la mañana entera metidos en el estudio y moría de hambre, tal vez Pocho se había apiadado de mí y había venido a alimentarme

– Hola, mi amor – Dijo mamá saliendo de la cocina

– ¿Qué haces acá? – Corrí a abrazarla – ¿Cuándo llegaste?

– Hace un rato y como vi que no tenías nada para comer, decidí sorprenderte un poco

– No sabes las ganas que tenia de verte – Bese su mejilla feliz – Debiste avisarme para ir por ti

– No es necesario, conozco el camino de memoria

Volví a abrazarla feliz, con todo lo que hemos estado haciendo últimamente no tenía tiempo de visitarla. Mamá me miro con una sonrisa en su rostro

– ¿Te gusto la sorpresa?

– Me encanto

– Mmm... – Sonrió – Y eso que aún no has visto la mejor parte

La miré confundido, creí que la comida era la mejor parte, pero al parecer aún tenía más sorpresas bajo la manga. Mamá volvió a la cocina mientras yo me quitaba la chaqueta y la arrojaba al sillón, después de unos minutos volvió a la sala con alguien detrás de ella, me quedé congelado cuando vi que era ella, esto sí que era una sorpresa

– Mira quien comerá con nosotros

Le dio un pequeño golpecito haciéndola dar un paso adelante

– Hola – Me saludo nerviosa

– Hola – Sonreí al verla ahí

Intente con todas mis fuerzas reprimir esa sonrisa idiota que se apoderaba de mi rostro cada vez que la veía, peor me era imposible. Mamá tenía razón, esta era la mejor parte de la sorpresa

– ¿Tienen hambre? – Intervino mamá – Sera mejor que volvamos a la cocina

Las seguí hasta la cocina para ayudarlas con la comida, aun no podía creer que Caro estuviera acá con mamá. Caro comenzó a picar las verduras, mientras mamá cuidaba la comida en el fuego y aunque yo intente ayudarlas, decidieron enviarme a poner la mesa, al parecer mis dotes culinarios no eran requeridos

Esto sería algo interesante, sonreí animado mientras ponía la mesa


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