Punto y aparte

Capítulo 13

Caro siempre fue una chica independiente, fuerte y valiente, de esa clase de chicas que prefieren el libro a la película, una velada con amigos que salir de fiesta, una chica que demuestra con hechos lo que no dice con palabras. Fueron pocas las veces que la escuche decir esas dos palabras, pero las veces que las dijo me hizo realmente feliz

Ahora solo había silencio donde antes había amor, esas palabras habían quedado congeladas desde que nos despedimos, pero aun así no podía dejarlas ir, era como si pudiese escucharlas en la distancia cada vez que estábamos juntos, pero ahora sus te amo ya no me pertenecían

Pedí otro trago mientras Maxi me miraba con desaprobación, habíamos venido al bar a divertirnos, la jornada de publicidad había sido pesada, pero ahora lo único que podía hacer era repetir en mi mente ese momento como un bucle infinito que me atormentaba. Soy un idiota, de seguro mientras yo estaba aquí, ella estaba hablando con el de nuevo

– ¿Qué haces? – Dije molesto cuando el barman me entrego mi trago – Esto no fue lo que pedí

Le devolví la bebida, estaba molesto y ni siquiera era por el trago, simplemente necesitaba descargarme con alguien. Tomé mi bebida y volví a la mesa con Maxi, habíamos decidido tomar algo después de todas esas entrevistas, necesitaba poner mi mente en blanco sino me volvería loco

– ¿Podrías parar de tomar? – Maxi me miro serio – Desde que llegamos no has parado

– No seas amargado – Intente restarle importancia – No es para tanto

Maxi negó en silencio quitándome el trago de la mano

– Mira Agus, no sé qué es lo que te pasa – Fruncí el ceño – Pero desde que llegaste hoy por la mañana parecías molesto, sea lo que sea no se solucionara bebiendo

Decidí ignorarlo y me tome mi trago, ni siquiera debería importarme, pero aquí estaba, tomando sin control intentando sacar de mi mente sus palabras. Anoche cuando volví a casa todos estaban viendo una película así que decidí acompañarlos, podía sentir la mirada de Caro sobre mí, pero de repente se alejó de nosotros, así que decidí seguirla solo para molestarla

La seguí hasta la cocina y ahí la vi atender una llamada, todo iba bien hasta que la escuche decir Te amo ahí fue donde todo se fue a la mierda. Jamás creí que escucharla decir esas dos palabras pudiese hacer que mi corazón se rompiera, sabía que eran novios, pero eso no quiere decir que se amen o al menos eso era lo que quería creer

Me puse de pie dispuesto a ir por otro trago, pero todo comenzó a dar vueltas, el dolor seguía ahí, pero mi sentido común no. Maxi me ayudo a volver a sentarme, parecía preocupado, pero yo solo podía pensar en seguir tomando, con un poco más de alcohol lograría olvidarme de todo

– Quédate acá – Me ordeno – Yo iré por tu trago

– Bien – Sonreí

Maxi se alejó y se perdió entre la gente mientras yo observaba a los demás bailar. La primera vez que los vi juntos estaban bailando ¿Quién hubiese dicho que aquel idiota me robaría lo que más amaba? Si lo hubiese sabido en aquel entonces jamás la habría soltado

Sonreí con tristeza y saque mi celular, mire la pantalla por unos segundos sabía que era una estupidez lo que estaba a punto de hacer, pero aun así no me detuve, busque su nombre entre mis contactos, me puse de pie y salí del lugar, necesitaba escuchar su voz así que marque su numero

No estaba seguro de que ella fuese a responder, pero lo hizo, después del tercer tono la escuche

Llamada telefónica

– ¿Agus?

– ¿Podrías salir de mi corazón?

– ¿De que estas hablando? – Pregunto confundida

– Sé que ya me has sacado del tuyo – Sentí una punzada de dolor y sonreí con tristeza – Así que, por favor, sal de mío

– ¿Estás borracho? – Pregunto preocupada – ¿En dónde estás?

– Lo siento – Ignore su pregunta – Sé que lo dije muchas veces, pero es de verdad. Lamento haber arruinado todo con ese estúpido beso – Guardo silencio permitiéndome continuar – Sé que no me crees, pero no significo nada para mi

– ¿En dónde estás Agus? Iré por ti

– Salí a tomar algo con Maxi

– ¿Puedo hablar con él?

– No esta

– ¿A dónde fue? ¿estás solo?

– En verdad lo siento Caro

Fin de la llamada

Colgué antes de escuchar su respuesta, había tomado con la esperanza de sacarla de mi corazón por una noche y no había funcionado, debía encontrar otra forma para dejar de sentir, caminé en línea recta hacia un parque cerca del bar, necesitaba poner en orden mis ideas. Era fin de semana así que había muchas personas disfrutando de la noche, caminé entre la gente sin que me reconocieran, hasta que sentí como mi hombro chocaba con alguien

Era un grupo de chicos que lucían algo tomados como yo, los mire por un segundo y después continúe mi camino, no había dado ni tres pasos cuando sentí como me jalaban de la camisa haciéndome voltear a verlos

– ¿Qué te pasa idiota? – Dijo molesto – ¿No te vas a disculpar?

Lo miré por un segundo y después sonreí

– ¿De qué te ríes imbécil?

Iba a responder, pero su puño aterrizo contra mi mejilla, antes de que pudiera hacerlo, debo reconocer que golpeaba bien. Alce la vista y sin detenerme a pensar en las consecuencias devolví el golpe, tal vez la bebida no había logrado sacármela de la cabeza, pero una buena pelea tal vez podría hacerlo

Deje que me golpeara más veces de las que yo lo hice, quería que el dolor físico borrara el dolor emocional que sentía, como si con eso pudiese solucionar mis problemas. Poco a poco el dolor fue borrando las palabras de Caro, el tipo me derribo con un golpe en la boca y comenzó a patearme, mi corazón roto fue opacado por el dolor en mis costillas, sonreí con ironía, al parecer había encontrado la fórmula para que su rostro no me atormentara

Me quede tirado en el suelo sin hacer nada más que sonreír, eso frustro a mi oponente ya que creía que me estaba burlando de él, había algunas personas observando la pelea, pero ninguna de ellas interfirió, al menos alguna de ellas podría llamar una ambulancia cuando esto terminara