Capítulo 31

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Me levante algo tarde, tenía ganas de pasar el fin de semana entero recostada en mi cama viendo películas. Acomode mi habitación, siempre he sido muy desordenada, recogí mi ropa, tendí la cama e incluso acomode mis libros, no eran muchos, pero odiaba que se llenaran de polvo. Inevitablemente mi mirada se centró en el regalo de Agus, debo admitir que no he podido sacarme de la mente ese tonto poema, tal vez solo debería deshacerme de él, pero cada vez que lo intentaba algo dentro de mí me detenía

Destape de la caja de nuevo y saque el separador, acaricie con las yemas de los dedos el corazón torpemente dibujado, podía imaginarlo haciéndolo, sonreí de lado releyendo la frase. No creí que aún recordara ese poema, respire profundo y lo deje en su lugar de nuevo, no podía bajar la guardia

Guarde todo y baje a desayunar, moría de hambre y al parecer no era la única

– Buenos días – Salude a los chicos

Ellos me saludaron de vuelta mientras entraba en la cocina para preparar algo de desayunar, Anita, Karol y Valu se estaban secreteando mientras Male y Gastón me miraban con una sonrisa, Rugge solo desayunaba en silencio mientras Lio, Chiara y Katu charlaban entre ellos. Me acerqué a la alacena y vi a Mike, Jorge y Agus preparando sus desayunos

– Buenos días Carito – Dijo Jorge con una sonrisa enorme en su rostro

– Buenos días – Respondí algo confundida

– Que linda mañana – Dijo Mike besando mi mejilla – El sol brilla hermoso en el cielo

Mike y Jorge intercambiaron miradas cómplices y después salieron de la cocina, yo solo los observe en silencio, eso había sido realmente extraño, todos estaban actuando extraño

– Buenos días – Dijo Agus sacándome de mis pensamientos

– Buenos días

– ¿Cómo dormiste? – Fruncí el ceño ante su pregunta – Espero que...

– No creo que eso...

– ¿Tienes hambre? – Pregunto interrumpiéndome – Te prepare algo delicioso

Señalo hacia la mesa en donde había un cubreplatos con lo que supuse seria eso tan delicioso que había preparado. Me miro con una sonrisa de lado y destapo el plato, tuve que hacer mi mayor esfuerzo para ocultar mis sentimientos, le croque-monsieur, mordí mi labio inferior para no hacer una tontería

– Luce delicioso – Dijo orgulloso – ¿No crees?

– Yo... – No sabía que decir

Respirar comenzaba a doler, Agus se acercó a mí con esa sonrisa brillante y esos ojos hipnotizadores, aunque me prometí no bajar la guardia se estaba volviendo imposible cumplir esa promesa cuando él se comportaba así de lindo. Miré de nuevo hacia el plato y cerré los puños con fuerza, no volvería a pasar por esto de nuevo

Salí de la cocina sin mirar atrás, sentía que me estaba asfixiando. Salí de la casa pensando que caminar me ayudaría a recomponerme, no podía seguir en ese lugar si él estaba ahí, ¿Por qué tenía que ponérmelo tan difícil? Jamás debí besarlo, tal vez así ahora podría seguir fingiendo y él no sería tan insistente

Camine hasta el parque donde solía venía con Valu y Male por las mañanas, al menos ahí podría estar sola y pensar cómo solucionar todo esto, necesitaba que Agus dejara de insistir, debía encontrar algo que lo hiciera renunciar. Quise golpearme mentalmente cuando lo único que venía a mi mente era Manu, ya no éramos novios, pero él aun no lo sabía

– ¿Se puede saber qué te pasa? – Dijo Valu frente a mi

Ni siquiera me había dado cuenta de que me había seguido

– ¿Por qué lo tratas así? – Parecía molesta – Él solo quería hacer algo lindo por ti

La miré por un segundo hasta que no pude contenerme más y comencé a llorar, lo quería, lo quería más que a nada en el mundo, pero no podía hacerlo, no podía hacer esto de nuevo, sabia como terminaba la historia y no quería que rompiera mi corazón de nuevo. Agus tenía novia y tal vez solo estaba confundido, quizá los recuerdos que compartíamos lo hacían creer que me quería, cuando en realidad la quería a ella, por algo debían estar juntos

– ¿Qué pasa? – Pregunto sentándose a mi lado

– Tengo miedo – Valu me abrazo preocupada – No quiero salir lastimada de nuevo

Valu me abrazo más fuerte acariciando mi espalda, no quería sentirme rota de nuevo, odiaba la sensación de vacío en el pecho cada vez que escuchaba su nombre, no quería tener que huir cuando alguien ponía su música por miedo a llorar al escuchar su voz, no quería tener que agachar la mirada cada vez que no pudiera evitar que nuestros caminos se cruzaran

No quería sentirme así ahora que al fin había sanado

– Te entiendo – Dijo para después besar mi frente – Pero no podrás seguir huyendo siempre

Sabía que no, pero al menos podía hacerlo el resto de lo que duraran las grabaciones. Cuando la película terminara nuestros caminos volverían a separarse y entonces todo sería mucho más fácil

– Agus te quiere – Tomo mi mano y sonrió – Y sé que tú lo quieres también. Sería un gran error dejar que ese sentimiento muera solo por miedo

Sonreí sin ganas y oculté mi rostro en su cuello, no sabía qué hacer. Nos quedamos en esa posición hasta que logre calmarme, Valu me ayudo a secar mis lágrimas para no verme tan mal y después volvimos a casa, por suerte los chicos se habían ido, no tenía ganas de explicar porque salí huyendo sin decir nada

Me despedí de Valu y subí directo a mi habitación, ya hasta el hambre se me había quitado. A penas había entrando cuando note que no estaba sola, la persona que estaba frente a mí era la que menos quería ver en este momento, Agus sonrió al verme

– Volviste

Había algo de harina en su cabello despeinado y una pequeña mancha en su mejilla, fruncí el ceño sin comprender que hacia aquí, creí que después de lo que sucedió en la mañana mantendría su distancia

– ¿Qué haces aquí?

– Te preparé algo – Dijo nervioso – Lo hice yo solito

Sonrió mostrándome un pequeño pastel de chocolate, algo deforme y un poco mordido, en un plato

– Lo de la mordida es porque me dio un poco de hambre mientras esperaba – Sonrió algo apenado – No se ve tan bien como cuando lo preparamos juntos, pero esta delicioso

Corto un trozo de pastel con la cuchara y después la extendió hacia mi invitándome a probarlo. Yo me quede observándolo sin saber qué hacer, Agus realmente se estaba tomando todo esto muy enserio

– Lo hice con mucho amor – Insistió – Dijiste que eso era lo único que importaba

Su sonrisa se había borrado y ahora lucia inseguro, desvió la mirada un poco triste y las palabras de Valu volvieron a mi mente. Tenía miedo, pero no quería seguir huyendo. Me acerqué a él y probé el pastel que me ofrecía, la sonrisa volvió a su rostro cuando me vio hacerlo, ya no había vuelta a otras, si él había decidido arriesgarse, yo también podía hacerlo. Iba a aceptar el amor que me ofrecía con la esperanza de cambiar el final de nuestra historia

 Iba a aceptar el amor que me ofrecía con la esperanza de cambiar el final de nuestra historia

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