Capítulo 90

902 42 23
                                    

Lo mire sin saber qué hacer, me sentía como el día que descubrí que me gustaba, era una mezcla de miedo y emoción que hacían que mi mente se quedara en blanco y mis pies anclados al suelo. Desvié la mirada sintiéndome una tonta, de seguro él también pensaba que era tonta

No supe como sucedió, pero Agus cruzo la habitación y se acercó a mí, me rodeo con sus brazos y me apretó contra su pecho, me estaba abrazando. Me quede congelada sin saber cómo reaccionar, estaba confundida, de todos los escenarios posibles que había imaginado, este no era ninguno de ellos

– No vuelvas a hacer algo así – Dijo abrazándome fuerte – Sentí que moría

Esto no debía ser así, se supone que era yo la que tendría que disculparse por salir huyendo. Creí que me evitaría o incluso que me echaría, pero parecía ser todo lo contrario, estaba realmente confundida

– ¿Estas bien? – Pregunto tomando mi rostro entre sus manos

Asentí en silencio Agus inspecciono mi rostro detalladamente, esto me hacía sentir un poco incomoda

– Estas empapada – Dijo frunciendo el ceño – Necesitas cambiarte de ropa antes de que atrapes un resfriado

Me hizo alzar las manos y me ayudo a quitarme la sudadera que traía. Lo observé en silencio, ¿Cómo podía ser tan lindo conmigo después de todo lo que le hice? Tal vez solo se sentía culpable al verme así. Agus coloco sus manos en el dobladillo de mi blusa y la alzo un poco, yo coloqué mis manos sobre las suyas y lo detuve

Nuestras miradas se encontraron por un segundo, sus dedos rozaron mi piel desnuda haciéndome estremecer, los latidos de mi corazón comenzaron a acelerarse, Agus dio un paso más cerca, yo desvié la mirada sintiendo mi piel arder. No entendía nada de lo que estaba pasando, probablemente no lo había hecho a propósito ¿o sí?

– ¿Por qué estas descalza? – Pregunto confundido

Bajé mi mirada hacia mis pies y recordé que no llevaba zapatos

– Me duele...

No pude terminar la frase ya que Agus me tomo por los hombros y me obligo a sentarme en la orilla de la cama, lo mire confundida mientras él comenzaba a inspeccionar mis heridas, ya habían parado de sangrar, pero aun dolían. Agus frunció el ceño y después busco el botiquín de primeros auxilios en uno de los cajones de la mesa junto a la cama, así que ahí lo guardaban

Puso un poco de alcohol en un trozo de algodón y se sentó a mi lado, coloco uno de mis pies sobre su pierna y comenzó a curar mi tobillo

– Arderá solo un poco – Me advirtió

Mordí mi labio inferior cuando el algodón toco la herida, ardía un poco. Agus sostuvo mi pie con un poco más de fuerza para mantenerlo quieto, después de estar seguro de que era suficiente coloco una vendita en mi tobillo y tomo mi otro pie. Lo mire curar mi tobillo en silencio, a pesar de todo seguía siendo bueno conmigo

Cuando lo vi besando a Valu, ni siquiera pensé en él, estaba tan cegada con mi dolor que tomé la decisión de terminar todo aquello que nos unía, aunque mi corazón me pedía a gritos que lo escuchara y confiara en él, mi absurdo ego gano y solté su mano. Agus era mucho mejor persona de lo que yo lo era, no merecía que alguien como yo lo hiciera sufrir

Así que a partir de hoy daría lo mejor de mí para ser esa persona, no iba a obligarlo a quedarse a mi lado, pero tampoco planeaba alejarme y huir de nuevo. Esta vez empezaría de nuevo, aprendería a ser una mejor persona, alguien que pudiera darle lo que él merecía

Agus coloco la vendita en mi otro tobillo, alzo la vista y me descubrió mirándolo

– ¿Duele mucho?

Punto y aparteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora