Capítulo 2: Choque de Titanes.

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Oliver

La noche estaba despejada y por ello podía admirar las estrellas en el firmamento, esto siendo raro ya que en una ciudad la contaminación hacia prácticamente imposible esto.

Una silueta... No, se trataba de Benjamín, el caminaba hacia mí, su mirada sería y penetrante me provocó escalofríos, nuevamente quise dar marcha atrás para salir corriendo, no pude hacerlo, en el cielo ocho estrellas brillaban con intensidad alineadas formando una línea recta, más cerca aparecieron los seis círculos de la tabla de oro.

Cada uno parecía apagado hasta que de la nada un sonido grave y estruendoso fue realizado, de la nada los seis ciculos de oro comenzaron a brillar cada una de un color particular, con aquel lenguaje en su interior encendiéndose con ellas, parecía como si un aura o fuego las recorriera una de cada color.

Seis siluetas comenzaron a envolver las esferas, eran enormes y temibles, no podría describirlas, las seis de elevaron por el cielo.

Cuando mire hacia abajo pude ver que todos los criptidos del mundo se movilizaban en pánico, eso no fue lo peor, lo peor fue que yo sentía el pánico, su miedo como si fuera el mío.

Desperté gritando, nuevamente estaba sudando como si hubiera corrido un maratón, puse una mano sobre mi cara y me incorpore, sentándome sobre la cama.

Trate de volver a dormirme pero no lo conseguí, después de unos diez minutos me rendí y decidí levantarme para hacer mi rutina de la mañana.

Salí de mi habitación con ropa deportiva, y me dirigí al gimnasio del instituto.

Este estaba abierto las veinticuatro horas del día, incluso tenía una sección de defensa personal y manejo de armas.

Nunca me había interesado en aprender a defenderme, ya que confiaba en que con mi habilidad nunca sería necesario quitarle la vida a un criptido.

Pero mis recientes sueños me mantenían atemorizado, y no me gustaba, siempre confíe en que Rubí o Ana me salvarán.

Hasta el día de hoy eso pensaba, ver a esa silueta siniestra, de esa manera tan aterradora, lista para atacar y que yo no pudiera ni siquiera mover un dedo, eso me fastidio.

Comencé a calentar en una caminadora, corriendo mis pensamientos no desaparecían al contrario se intensificaban, y eso me llevo a correr al doble de lo que estoy acostumbrado.

-Wow alto.

La voz de la persona que menos quería ver me saco de mis pensamientos, con una mano comenzó a oprimir los botones para disminuir la velocidad de la caminadora.

-¿Cuál es tu problema?- Dije jadeando, no estaba cansado pero el esfuerzo me robaba el aliento.

-Parecía que te desmayarías en cualquier momento.

-Estoy bien.

-Luces totalmente bien.

El comentario sarcástico de Benjamín hizo que una de mis cejas comenzará a temblar.

-Y tu ¿Qué haces aquí?

Benjamín sonrío y cambio el peso de un pie a otro haciendo un discreto pero sexy movimiento.

¡¡¡Qué demonios!!! Desde cuándo pensaba que Benjamín era sexy, ese pensamiento me hizo sonrojar, pero gracias al ejercicio lo podía disimular.

Benjamín llevaba una playera de tirantes azul con blanco, un short de color negro que se amoldaba como guante a sus caderas y unas zapatillas rojas.

-No eres el único que le gusta empezar el día con ejercicio, además siempre me levantó temprano.

Ignore lo que dijo dejé la caminadora y me dirigí al área de esgrima.

Oliver Blair y El Misterio de las Seis Bestias (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora