Oliver Blair y El Misterio de las Seis Bestias (Sin Editar)

Capítulo 16: Visiones en la niebla.

Oliver.

Después de contarle todo lo relacionado con el collar Benjamín este quedó anonadado, había una manera de traer de vuelta a Rubí sin utilizar el deseo de las seis bestias.

Estaba concentrado en resolver el enigma, pero también estaba pensando sobre esa parte mía que había salido, es algo que no qeuria volver a ver.

Siendo sincero me causaba miedo no podíamos seguir perdiendo el tiempo, no estaba en condiciones de viajar, pero tenía que sacrificar cada célula de mi cuerpo para poder encontrar el quinto santuario.

Una vez que Ben me trajo la laptop con la USB comencé a buscar, estaba seguro de que aquel gigante se trataba de un elemental, son muy raros, prácticamente están extintos.

Respecto a la escolopendra no encontré ningún dato, pero por el contrario el reptil sí que lo tenía registrado y con rastreador.

Se trataba de los lagartos zafiro, según la leyenda son de las criaturas terrestres y acuáticas más rápidas en el mundo, solo pueden ser superados por las grandes aves.

En la mitología de estas criaturas son protectores de mantos de agua, sus ojos de zafiro pueden purificar el agua para sanarla en caso de que esté contaminada, para defenderse tienen un poderoso veneno que te congela desde dentro.

Las criaturas se encuentran confinadas en una de las zonas más peligrosas en el planeta, Australia, en este momento están localizadas cerca de la ciudad de Darwin.

-Beni, hay algo muy raro en esto.

-¿De qué se trata?

-La ciudad de Darwin no queda lejos de indonesia, mundialmente hablando, este podría ser el último santuario que Gilgamesh hizo, ya no tenía fuerzas para llegar más allá, o, no se la verdad cada día que pasa nos alejamos de descubrir el misterio.

-Podemos pensar en eso de camino, si es que ya te sientes bien, digo despertaste hace unas horas, es normal que no quieras partir de inmediato, aunque conociéndote querrás salir antes de que tú madre venga.

-Rubí dijo que podía confiar en ella, Rubí fue una excelente espía, ella no lo diría si no fuera verdad, aunque prefiero terminar el trabajo y luego arreglarme con mi mamá.

-Entonces ¿Qué quieres hacer?

-Prepara una comida rápida si puedes, me alistare, después de comer nos vamos, ten tus cosas dispuestas a la partida.

-De acuerdo, pero el Tatzelwurm nos querrá seguir, no se despega de nosotros ni por un segundo.

-Hablare con él.

-"Si puedes".

Aquella voz me sobresalto, por lo tanto di un brinquito casi imperceptible.

-¿Qué?- gire la cabeza pero no había nadie, estaba alarmándome, tal vez me había vuelto loco.

-Yo no dije nada, iré a preparar la comida.

Bostece, a pesar de haber estado en coma mentalmente están hecho trizas, me levanté, tome ropa limpia de mi armario, una toalla, un champú de olor a manzana verde y procedí a darme un largo baño.

Puse una toalla alrededor de mi cintura y otra sobre mi cabello a decir verdad lo tenía bastante largo, estaba a punto de llegarme a los hombros.

En cuanto salí del baño Jaime estaba sentado en mi cama. Me daba gusto verlo, aunque estando solo con unas toallas me hacía sentirme algo sonrojado, pero últimamente solo nos veíamos para malas noticias, por lo que no sabía como sentirme.