Oliver.
Una fina silueta femenina subía sujeta por la mano al barandal de la escalera en forma de caracol provocando movimientos de cadera que hubieran hecho enloquecer a cualquier hombre de aquel establecimiento.
Esta iba cubierta por una capucha que le ocultaba la cara, su vestido discreto y casi elegante la hacían pasar desapercibida. Sus pasos eran discretos mientras movía las caderas de manera sensual y despreocupada.
La figura desconocida llega hasta lo que parece ser el ático con una puerta de madera de colores madera, La mujer entra encontrándose una nueva silueta de mujer esta coloca sobre la mesa un objeto largo cubierto por una manta de color beige.
Una segunda mujer sonríe mientras la recibe inspeccionándola, ambas se sonríen y la segunda entrega un fajo con una gran suma de dinero a dicha mujer.
Desperté de aquella particular visión debido a que Ben me sacudía levemente por el hombro.
Nos encontrábamos en una cafetería, para ser sincero hacia bastante que no tenía ninguna pesadilla. Y también mucho que no me sentaba a disfrutar de la compañía de Ben, para ser novios nos veíamos menos de lo que me gustaba.
-Tierra a Oliver, amor ¿quieres dejar de dormir? Literalmente tenía casi un mes que no te veía, de hecho si no fuera por el celular prácticamente no hablaríamos.
-Lo lamento acabo de regresar de México.
Una de las meseras de la cafetería se aproximó a nosotros a prestarnos el servicio.
La mesera vestía una minifalda de color rosa con un croc top, tenía el cabello recogido en una cola de caballo.
Mientras nos entregaba las cartas está me sonrió y me coqueteo particularmente a mí.
Ben le dedico una mirada de homicida y la chica se retiró a atender otra mesa, la situación me parecía de lo más cómica, quería ver hasta dónde llegaría Benjamín.
Le sonreí a Ben de manera natural y mené la caza a una lado, solo lo miraba a él.
-Puedes creer lo atrevida que es esa camarera, estoy a punto de reportarla por acoso.
-Venga si vinimos a aquí fue para vernos, que de igual manera lo hubiéramos hecho en el instituto pero al menos aquí podemos tener privacidad.
-Oliver... Rubí tu madre y yo pues pensamos que tal ve deberías dejar de lado el tema de Julius.
-Lo que pasó en la boda de Ana fue hace solo un mes y medio casi dos, pronto será navidad.
-Precisamente por eso, Julius desapareció de la faz de la tierra, no tenemos idea de dónde este, ni tampoco hemos captado el despertar de ninguna de las seis bestias, tal vez murió.
-Dudo que a mí abuelo lo pudiera parar Jaime, ahora es el rey de las brujas de Alemania, es más poderoso, pero no creo que Julius fuera tan fácil de derrotar.
La camarera regreso y le pedimos dos hamburguesas con papas fritas y algunas malteadas.
Esta me guiño un ojo y me dijo que estarían listas en unos minutos alejándose.
Le devolví el gesto de amabilidad solo para enfurecer a Ben, se veía tan tierno que quería comérmelo a besos.
-Esa mujer no tiene decencia.
-¿Notó algo de celos señorito Benjamín?
-No... No son celos... O bueno...
-Hahahahaha en fin.
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Oliver Blair y El Misterio de las Seis Bestias (Sin Editar)
FantasyOliver Blair parecería un chico normal de diecisiete años, solo que el tiene el trabajo más fantástico en el mundo, por alguna razón que desconoce se puede comunicar con los criptidos, animales que son desconocidos para la ciencia y que esta niega s...