Capítulo 1: Prisionero del cielo.

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Había una vez jeje, así suelen empezar los cuentos verdad, pues esta historia no es solo una historia, mi padre me la contó hace muchos años, y su padre a él, puedo decir que es una historia íntima...

-Vamos abuela ¡Sabes que es mi favorita!

-Tranquilo pequeño, a la edad de tu vieja es mejor tomar las cosas con calma...

-No eres tan vieja.

-Eso lo dices porque soy tu única abuela.

-Mi abuela favorito...

-De acuerdo mi niño ¿Dónde me quede?

-Ni siquiera comenzaste...

-A propósito de comenzar, mañana empiezas con tus clases de esgrima ¿Estas nervioso? Estas bien si lo estás.

-No, no lo estoy, por favor cuéntame el cuento otra vez.

-Bien, como te decía, esta historia paso hace mucho tiempo, cuando las personas no pisábamos la fas de la tierra, los animales y las plantas vivían en una armonía única, de esta misma tierra joven y fértil surgieron los criptidos, criaturas bizarras, fantásticas, hermosas, oscuras sacadas de la imaginación podrían decir algunos, trayendo equilibrio al mundo, donde un incendio consumía todo rastro de vida estos le seguían, donde una inundación ahogara la existencia, ellos hicieron su hogar, como el resto de animales de la tierra.

-¡Wow! ¿Había dragones y unicornios?

-Jajaja siempre haces esa pregunta, antes había muchos.

-¿Y qué paso?

-Bueno llegamos nosotros, el ser humano salió de la buena tierra capaz de destruir a esta misma o enaltecerla hasta su perfección, los humanos listos como pocas de las criaturas que había comenzaron a crear ciudades, maquinas, dominando el paisaje y donde antes había verdes bosques y praderas, ciudades comenzaron a aparecer a ocupar ese lugar orillando a los animales y criptidos a retroceder, hasta que el conflicto fue inevitable y las masacres en ambos bandos llenaban estratosféricas cifras, debido a esto seis criptidos se alzaron entre todos, seis guardianes todopoderosos decidieron acabar con las guerras y los conflictos de una o de otra manera, ellos son conocidos como las seis bestias.

-¿Y luego?

-Pues una vez que ellos dictaron las leyes y término todo rastro de conflicto la humanidad se convirtió en parte en sus esclavos por miedo en parte en sus adoradores por devoción, esto ya que muchos humanos murieron en el enfrentamiento final contra los mismos dioses, la paz parecía haber llegado por conquista, los criptidos no se acercaban a ninguna ciudad humana y estos no salían de ellas debido al miedo de asesinar uno, ya que se decía que las seis bestias siempre estaban vigilando y quien asesinara un criptido pagaría con sangre su pueblo.

-Eso es muy malo abuela.

-Es lo más lógico querido, cuando crezcas y veas lo malo que podemos ser lo entenderás, también entenderás que hay mucha bondad en el mundo pero somos muy capaces de destruir lo que hemos tardado años en construir en un segundo. En fin las seis bestias mantenían su constante vigilancia como podían y a sus adoradores y al mundo en señal de buena voluntad le entregaron un regalo tan poderoso que fue su perdición, les entregaron solo a unos devotos el poder de la magia. El tiempo pasó y a pesar de la relativa paz había una que otra pelea por el mundo ya que no solo era culpa de los humanos, cuando un par de quimeras tenían que... hacer cosas de quimeras adultas destruían aldeas completas.

-¿Qué cosas abuela?

-Ya te dije cosas de quimeras adultas, después de mucho tiempo un hombre se alzó y decidió poner fin a todo ello, pidiendo la longevidad como deseo a sus amos, con dicho don logro aprisionar una a una a las seis bestias, en compañía de un emperador amigo suyo, hasta que el trabajo estuvo hecho, sin sus dioses la humanidad fue libre y conquisto este planeta, el resto es historia, pero dice la leyenda que las seis bestias regresaran y una guerra se desatara, aunque si te soy sincera espero que nunca pase y de pasar que nuestros caballeros sigan de pie para protegernos de los dragones malos, ahora a descansar pequeño, sueña con tus unicornios algún día los veras.

Oliver Blair y El Misterio de las Seis Bestias (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora