Nuestra mejor canción

Capítulo 2. Descubrimientos musicales

Eran pasadas las 20:30 cuando Alba llegó al bar en el que habían quedado para tomar algo antes del concierto de Joan. Se le había echado el tiempo encima, como siempre, por lo que conforme se acercaba a la mesa en la que se encontraban sus amigos empezó a escuchar sus quejas.

Joan: ¿Qué maravillosa excusa tienes esta vez para justificar tu retraso, Reche?

Alba: Joder, que no son excusas Joan. -Protestó mientras terminaba de repartir besos y se sentaba en la silla que quedaba libre al lado de Marilia, novia de Joan, y Julia, que había ido acompañada por su novio Carlos-. Me he entretenido porque a Queen le ha dado por darme microinfartos escondiéndose en los rincones más randoms para hacerme creer que se ha escapado. Hoy tocaba la lavadora.

Marilia: Qué fácil es culpar a una gata que no puede defenderse -Bromeó la chica-.

Alba: Irse a la mierda -Protestó fingiendo enfado, mientras llamaba al camarero para ir pidiendo-.

Mientras cenaban, Alba les puso al día con las novedades sobre su disco y les dejó escuchar algún que otro audio de una de las canciones que habían terminado el día anterior, recibiendo los halagos y las felicitaciones de todos que estaban seguros de que el disco iba a ser todo un pelotazo. En un momento de la noche Julia se acercó a ella aprovechando que el resto estaba distraído mirando algo en el móvil, y por el gesto con el que la miraba, Alba se imaginaba por dónde iría la conversación.

Julia: Clara me lo ha contado. Creía que lo habías pasado bien con ella...

Alba: Y lo hice Julia. Ya te dije que me pareció una chica encantadora, pero nada más. La cosa no surgió y me pareció injusto dejar que ella pudiera hacerse ilusiones para nada.

Julia: Pero vamos a ver, chocho loco, ¿cómo quieres que surja algo si no das la oportunidad de que eso pase? -Soltó la gaditana, provocando el suspiro de Alba-. Que si te lo digo no es por mi amiga, sino porque me preocupo por ti.

Alba: Ya lo sé, Julia, y yo te lo agradezco mucho, muchísimo. De verdad. -Dijo cogiendo su mano sobre la mesa-. Pero ya hemos tenido esta conversación y ya te lo he dicho muchas veces. Ahora mismo estoy centrada en la música, en mi disco y ya está. Estoy bien así.

Julia no quedó conforme con aquella explicación, pero se vio interrumpida por sus amigos pidiéndoles que echaran un ojo al vídeo que estaban viendo y tuvo que dejar ahí la conversación. Desde que se habían conocido, aquel había sido siempre un motivo de pique entre Alba y Julia. Desde que lo había dejado con su ex al poco de llegar a Madrid hacía ya dos años, Alba no había vuelto a tener ninguna relación seria con nadie. Había conocido a gente con la que había salido y lo había pasado bien, pero nunca había pasado de unos pocos encuentros que cortaba antes de que pudiesen dar paso a algo más serio. La gaditana había intentado convencerla de que se dejara llevar en varias ocasiones, pero la respuesta que había recibido por parte de Alba siempre había sido la misma: estaba bien como estaba y no necesitaba estar con nadie.

A las 21:30 había empezado el concierto. Era un local bastante modesto, pero lo cierto es que la sala estaba llena para ver a Joan. Nada más tomar asiento hubo un par de chicas que, habiendo reconocido a Alba, se acercaron para hacerse una foto con ella y felicitarla por su música. No es que fuese una persona a la que la gente paraba continuamente por la calle para pedirle fotos y autógrafos, pero en los últimos meses sí que había notado que su "fama" había crecido y cada vez había más gente que llegaba a reconocerla. El concierto fue pasando entre las composiciones de Joan y las covers que iba intercalando, y llegó el momento de que Alba se subiera a cantar con él. Habían elegido Free fallin', una canción que a ambos les había encantado y que les gustaba cantar de vez en cuando.