Capítulo 47: Redescubriendo Elche

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Entre que la noche anterior acabaron durmiendo mucho menos de lo que habían previsto, que la ducha se les había ido un poco de las manos y que habían tenido que pasar por casa de Julia a dejar a Queen antes de salir de Madrid, al final Alba y Natalia habían llegado a Elche un poco más tarde de lo esperado, teniendo que dejar el turismo para la tarde.

Alba: ¿Estás lista? -Preguntó mientras subían por el ascensor cargadas con las pocas cosas que habían llevado-.

Natalia: Teniendo en cuenta que tu madre ya sabe que vengo y que quedaría muy mal por mi parte irme ahora.... ¡Sí, estoy lista! -Comentó con humor-.

Alba: Ante todo recuerda... Detrás de toda esa efusividad y falta de filtro, mi madre es un encanto y una mujer inofensiva -Apuntó, dándole un pico justo antes de salir del ascensor-. Recuérdamelo también a mí cuando quiera matarla, porfa -Bromeó ella, sabiendo que la peor parada en aquella "presentación oficial" sería seguramente ella-.

Natalia: ¡Me dejas mucho más tranquila, mi amor! -Contestó con ironía, provocando una sonrisa de Alba-.

La ilicitana hizo uso de sus propias llaves para entrar. "Mejor pillarla desprevenida", le había comentado a su chica entre risas, aunque aquello era algo complicado con la existencia de Nico, el perro de su madre, que se había vuelto loco detrás de la puerta en cuanto había olido la presencia de Alba.

Alba: ¡Hola guapo! -Le saludó mientras dejaba las cosas en el suelo para poder acariciarlo-. Mira, este es Nicolás.

Natalia: ¿Se llama Nicolás el perro? -Preguntó divertida, agachándose a acariciarlo también-.

Alba: Si. ¿Qué pasa? Un respeto que le puse yo el nombre -Avisó amenazándola con el dedo-.

Natalia: Pues ya sabemos quién NO va a elegir el nombre de los niños -Bromeó la navarra-.

Rafi: ¡Uy, pero si ya hablan de niños y todo! -Soltó de pronto la Rafi dándole un manotazo a Marina que estaba a su lado, y provocando el sobresalto de las dos, que no la habían oído llegar-.

Alba: Coño, mamá. Ponte un cascabel o algo -Se quejó llevándose una mano al pecho, antes de acercarse a su madre para darle un gran abrazo y dejar varios besos en su mejilla-.

Marina: ¡Hola cuñi! -Saludó ella abrazando a Natalia mientras tanto-. ¿Tú estás segura de dónde te estás metiendo? -Le susurró al oído divertida, riéndose al recibir un pellizco por su parte-.

Rafi: ¡Deja de meterle miedo que te he oído! -Se quejó la mujer, apartándose de su hija para acercarse a la cantante con una gran sonrisa-. Hola Natalia. Ni caso a las sinvergüenzas estas, ¿eh?

Natalia: Puede estar tranquila, que ya las tengo caladas -Contestó con amabilidad-.

Rafi: No me trates de usted, hija que... ¡Ahora somos familia! -Soltó encantada de la vida, dándole un codazo a Alba-.

Natalia: Como quieras. Muchas gracias por invitarme 

Rafi: Uy qué va, hija. Yo encantadísima de que la niña nos traiga por fin a alguien a casa. ¡Y a Natalia Lacunza ni más menos! -Soltó emocionadísima-.

Natalia: Bueno, no es para tanto, ya ves tú -Dijo con timidez-.

Rafi: ¡Uy que no! ¿Natalia Lacunza en mi salón y encima liada con mi hija? -Dijo de manera bastante efusiva-. Yo ya ha ganao en la vida  -Los ojos de Natalia se abrieron de par en par sorprendida por las cosas de la Rafi mientras que Marina y Alba, ya acostumbradas al nivel extra de su madre, simplemente se limitaron a reírse-.

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