Capítulo 26. Que la gente hable

3.5K 145 10
                                    

Tras la conversación mantenida aquel domingo en casa de la ilicitana, la relación entre Alba y Natalia se había vuelto aun más estrecha si es que aquello era posible. La rubia se había quitado un buen peso de encima compartiendo con la navarra aquel capítulo que, por desgracia, tan presente seguía estando en su vida, aliviando por un lado aquella presión que ella misma se había creado recriminándose el hecho de no haber sido del todo sincera con Natalia y, por otro, dándole acceso directo a la morena a un sitio privilegiado en su vida al que muy pocos habían tenido acceso -de hecho, quitando a su madre y a su hermana, ella había sido la única-, algo que no dejaba de sorprenderla incluso a ella misma dado el poco tiempo que había pasado desde que la cantante se había cruzado en su camino. Le seguía dando mucho vértigo la situación y aun le temblaban las piernas con aquello de mirar de tú a tú a sus fantasmas para obligarles a marcharse, pero haber sido capaz de dar aquel primer paso le había dado esperanzas y la había cargado de optimismo. Como siempre decía su padre, el paso más difícil  era siempre el primero y ella ya lo había dado, después solo era cuestión de continuar con la inercia hasta llegar al destino.

Para la navarra, por su parte, aquella conversación había sido importante a varios niveles. Por un lado, sentir la confianza que Alba había depositado en ella había conseguido emocionarla. Sabía muy bien lo difícil que era aquel tema para la rubia y lo mucho que la había costado mostrarle su parte más vulnerable y frágil, por lo que, si Alba la había elegido precisamente a ella para desahogarse, aquello solo podía significar que, al igual que ella, la ilicitana la consideraba una parte importante en su vida,  algo que la hacía sentir tremendamente afortunada. Por otro lado, la confesión de Alba no había hecho otra cosa sino fortalecer la conexión que ya sentía con la rubia, llevándola a otro nivel mucho más profundo. La había ayudado a ponerle cara a sus miedos, a entender cada una de las dudas y las inseguridades a las que se enfrentaba Alba a diario y a empatizar con su dolor y su frustración hasta sentirlos como si fueran propios, prometiéndose que haría todo lo que estuviera en su mano para ayudar a la ilicitana a superar todo aquello y ser feliz. Aquella era la promesa que Natalia se había hecho a sí misma tras abandonar la casa de la rubia y desde luego que iba a poner todo su empeño en cumplirla.

Y el hecho de que Alba y Natalia estuviesen más unidas que nunca era algo que no pasaba desapercibido para absolutamente nadie, y mucho menos para unos fans que cada vez tenían más contenido de aquella "inesperada" pareja por la que cada vez se generaba más expectación. Los rumores sobre una relación amorosa entre las dos cantantes se habían disparado considerablemente en redes sociales, sobre todo después de que alguien las hubiese fotografiado hacía un par de noches caminando medio abrazadas por la calle y se hubiese encargado de difundir las imágenes por Twitter. Las fotos habían sido tomadas el lunes por la noche, cuando Natalia se había ofrecido a acompañar a la ilicitana a su casa después de tomar algo, y la cercanía entre ellas había desatado una pequeña locura entre sus fandoms, que cada vez estaban más hermanados.

A Natalia, quizás más acostumbrada a convivir con la intensidad que a veces manejaban sus fans, aquellos rumores no solían preocuparla en absoluto, de hecho la mayoría de las veces le servían para echarse unas risas viendo a sus seguidores en modo detective para intentar conseguir pruebas que corroboraran sus teorías. Sin embargo, en aquella ocasión levantarse con aquellas imágenes inundando las redes sociales le habían despertado cierta preocupación por cómo podría tomárselo Alba.  Ellas habían decidido tomarse las cosas con calma, dejándose llevar sin pretensiones y explorando hacia dónde les llevaba aquello, y quizás meter en la ecuación a un montón de ojos pendientes de cada movimiento no era lo más cómodo para la ilicitana. Además, la rubia estaba a dos días de lanzar su disco y no quería que por nada del mundo nada pudiese eclipsar un momento tan especial y esperado para ella. 

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido del timbre, sorprendiéndose al encontrarse la voz de Alba al otro lado diciéndole si podía subir. La rubia llevaba un par de días a tope con los ensayos para el pequeño showcase que tenía aquel mismo viernes en Madrid para presentar su disco ante los fans que acudiesen a la primera de sus firmas, por lo que no esperaba poder verla al menos hasta el día siguiente, cuando habían quedado en juntarse con los chicos para acompañar a Alba en "el parto".

Nuestra mejor canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora