Pasos

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MARTIN

Un sonido, un sonido crujiente y débil rompió el  silencio.

Martin, tumbado en la cama, frunció el ceño, entreabrió los ojos intentando ver algo fuera de lo normal pero la única respuesta que obtuvo fueron las siluetas de los objetos de su habitación recortados por la suave y amarillenta luz que producían las farolas, Martin volvió a cerrar los ojos.

Ocurrío de nuevo, el sonido, igual que antes, sin embargo esta vez provocó mas inquietud en Martin, era el mismo sonido crujiente sólo que esta vez no era débil, lo que lo provocaba estaba más cerca de él.

El crujido venía desde el otro lado de la pared, desde el pasillo.

Martin supo de inmediato que ese crujido provenía de unos pasos.

Miro el reloj «5:07»

- ¿Quien cojones puede tener interés en pasearse por el hotel a las 5 de la mañana ?- pensó.

No pensaba dejar esa pregunta sin responder. Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta.

Martin intentó disimular el chillido que emitía la puerta al  abrirse,  la levanto ligeramente para que su parte inferior no chocase contra el suelo y la abrió lentamente, su estrategia dio resultado, la puerta no sonó.

Lo que vió le dio que pensar para el resto de la noche.

La persona ya había pasado por delante de su puerta y avanzaba lentamente para intentar no hacer ruido, Martin simplemente vio una figura masculina sin llegar a distinguir su identidad.

La figura se detuvo delante de una puerta y como si estuviera tocando un jarrón de porcelana fina dio dos ligeros y suaves golpes a la puerta.

El interior de la habitación estaba iluminado y la figura entró a esta inmediatamente dejando ver su cara tan sólo por un segundo, pero ese segundo fue suficiente para que Martin le reconociese.

Cerró la puerta y se apoyó sobre ella, sus ojos se abrieron como platos y su mente intentaba procesar lo que había visto, porque ese chico siempre le había parecido enigmático pero ahora le parecía un misterio en si mismo, era el chico que tendría que haber estado con ellos en la mesa aquella tarde.

Era Ethan.

Algún día te girarás y no estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora