SEAN
En linea.
Audry estaba en línea y no le leía el mensaje ¿Por qué? ¿Acaso no quería hablar con él?
Dentro de Sean afloró rabia, ganas de gritar, de destrozar su cuarto...
Se imaginaba a Audry, en su habitación, tumbada en su cama, con el móvil en la mano.
Tendida al lado de Martín.
¿Por qué tuvo que aparecer? ¿Porque tuvo que cambiarse de instituto? ¿Y por qué precisamente al que era su instituto?
Antes Audry se sentaba con él en Mates y Economía, las dos asignaturas que más le costaban.
Rara vez hablaban, pero, muy de vez en cuando Audry se giraba hacia él, sus rizos dejaban ver su ligeramente maquillada cara torciendo un lado de la boca a modo de sonrisa.
«¿Qué ha dicho que es importante?»
«¿Cuándo era el examen?»
«¿Qué hora es?»
Ese instante era mágico, una sonrisa involuntaria se formaba en su rostro y ladeando ligeramente la cabeza decía la respuesta mirando fijamente a esos ojos brillantes llenos de vida.
Después, ella se giraba, y con la mirada al frente y la vista cansada miraba al profesor.
Pero Sean la miraba a ella.
A pesar de su vista cansada, sus ojos, relucientes, le hacían transportarse a otros mundos, a sus mundos perfectos, a atrdeceres en la playa mientras ambos agarraban las manos del otro y sus miradas se cruzaban interceptadas de vez en cuando por el pelo de Audry que ondeaba al son del débil viento, y, poco a poco, sus rostros se juntaban, sus labios se rozaban, y sus ojos, vivos e intensos no dejaban de mirarle.
Los mismos ojos que ahora miraban a Martín.
Sean hundió la cabeza en un cojín y gritó lo más alto que pudo.
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Algún día te girarás y no estaré
Novela JuvenilEn estas páginas no hay personajes, sino historias, historias de todo tipo, historias que están a punto de converger , de juntarse entre ellas, de entrelazarse, de chocarse... pero no todos los choques pueden ser buenos, algunos pueden tener consecu...