Ataduras

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ETHAN

Antes de ir al viaje con sus compañeros de clase Ethan pensó que acabaría con 20 gatos y viendo C.S.I en su sillón mientras esperaba el día de su muerte, pero ahora se sentía, por primera vez en su vida, libre, libre de hacer lo que quisiera.

Su favorita era Maia, lo tenía claro, esa sonrisa sincera, esa inocencia, ese largo pelo pelirrojo... Solo hacían que Ethan sintiera más atracción hacía ella.

Esto era algo nuevo para él, y le gustaba, le gustaba mucho, quizás demasiado.

Maia sentía lo mismo hacía él, lo sabía, tenía que sentirlo, cuando ambos se miraban y esa chispa se encendía... Ethan sintió un escalofrío, Maia tenía que sentir lo mismo.

Pero no lo expresaba igual que él, se dieron sus números y de vez en cuando hablaban, pero de cosas poco trascendentales, Maia se contenía, pero ¿Por qué? ¿Acaso no sentía lo mismo por él?

Ethan sacudió la cabeza, Maia estaba enamorada de él, estaba seguro, sólo que todavía estaba atada por algo que desconocía.

Y él le ayudaría desatarse.

Pasó una página del calendario, buscó el 15 de agosto y pegó una pegatina de un pino en él.

Todo iba a ser perfecto.


Algún día te girarás y no estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora