Los Herederos de Merlín

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Los días en La madriguera avanzaban con rapidez, demasiada para el gusto de todos, la rutina era simple: por la mañana después de desayunar ayudaban a la señora Molly a limpiar los alrededores, avanzado el día iban al pueblo a divertirse un rato (A Roxanne le encantaba coquetear con el hijo muggle del dueño del pub y eso ponía de nervios a Fred para diversión de todos), regresaban a comer para después jugar un poco al Quidditch para finalizar platicando junto al estanque, pero hubo un día que esa rutina tranquila se rompió cuando el señor Harry llego preocupado a hablar con la señora Ginny, todos observaron cómo se alejaron, la señora Ginny suspiro y le dijo unas palabras al señor Harry mientras le tocaba el rostro, este hizo una mueca para después suspirar y sonreír; Albus fue el único que se percató del intercambio, el observaba a todos pues casi nadie le prestaba atención a él; Lily platicaba alegremente con Dominique y Louis mientras todos los demás lo ignoraban (a propósito), él estaba incluido en todas las actividades que hacían los demás pero todos lo ignoraban, era un guerra fría, no lo odiaban abiertamente pues ninguno de sus padres sabía lo que pasaba y nadie quería portarse como un imbécil frente a sus abuelos, que eran los mejores del mundo; sus padres pensaban que James solo les hacía bromas pesadas en casa o se peleaban porque uno era Gryffindor y los otros dos Slytherin, Lily era la más amorosas de las hijas pero era en extremo consentida y presumida, eso hacía que sus otros primos no la soportaran demasiado, ella no tuvo que hacer gran cosa para ser aceptaba en Slytherin pues Albus ya había hecho lo suyo, aunado a eso es la mejor amiga de Alice Gamp, que aunque su hermano estaba en Hufflepuff no dejaba de ser amigo de los Slytherin y parte de las familias caídas en desgracia por el padre de Albus, su hermana no era odiada por sus primos como lo era él pero no les caía demasiado en gracia al igual que Dominique pues eran bastante pretenciosas.

Harry y Ginny avanzaron hacia la mesa, su tío Ron le hecho una mirada y suspiró, al parecer su tío ya lo sabía, era como si se confirmaran sus sospechas.

-¿Qué pasa Harry?- Dijo su tía Hermione al ver el intercambio de miradas, todos dejaron de conversar en la mesa para observarlos.

-¿Pasó algo malo en el ministerio?- Preguntó la señora Molly.

-Depende del punto donde lo vean- La mirada del señor Harry se posó en Fred y James los cuáles fruncieron el ceño.

-¿Por qué nos miras así?- James parecía incómodo.

-En lo personal... pensaba que con lo que paso en Durmstrang hace cinco años el Torneo de los Tres Magos de cancelaría- Todos los presentes parecían un poco incomodos.

Hace cinco años en la prueba final el representante de Durmstrang había utilizado una efectiva maldición Imperius para controlar al participante de Beauxbatons que era el que iba en primer lugar, ninguno de los presentes se había percatado pues había sido una maldición muy sutil pero el embajador de Estados Unidos se percató de esto y lo denunció al instante por lo que se armó un verdadero escándalo.

-No puedo creerlo- La señora Hermione llegó a la madriguera hecha una furia -Harry no podemos permitirlo-

-Hermione ¿Qué podemos hacer? Por más que dimos nuestras opiniones en la junta todos estaban demasiado emocionados, lo que tenemos que hacer ahora es tomar las medidas necesarias para que no resulte alguien herido-

-Entonces...- Dijo Fred al final -¿Será en Hogwarts?-

-Sí, será en Hogwarts, por la rotación le toca al colegio ser el anfitrión, McGonagall debe estar histérica- Harry suspiró -Lleva años queriendo jubilarse pero siempre pasa algo por lo cual no puede irse y ella no dejara el colegio con el torneo por comenzar-

-¿Quiénes podrán participar?- Pregunto Roxanne esperanzada.

-Solo los mayores de 17 años podrán hacerlo- Roxanne hizo un mohín, Fred y James chocaron las manos -Chicos... deben de pesar muy bien si quieren participar, el torneo no es un juego- Les dijo la señora Hermione.