Realidad

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Rose paseo su mirada por la sala... su madre no estaba, ella estaba segura que debía de haber ido a su despacho o al del primer ministro, aunque no sabía con que propósito: si como apoyo de Angelique o como una piedra en el camino. Por alguna razón se sentía furiosa con su madre, si ella era una de las causas por las cuáles esas estúpidas condiciones habían sido dictadas hacia Angelique no se lo perdonaría, se suponía que su madre era una defensora no una acusadora.

-Rose- Su prima la movió, ella no se había percatado que la había estado llamando -Rose... ¿Estas bien?- Victoire la miró preocupada, ella no pudo evitar hacer una mueca y se levanto de su lugar.

-Iré a buscar a mi madre-

-No creo que sea conveniente que lo hagas- Señalo el señor Malfoy, Rose observó como su mente trabajaba, solo faltaba que le saliera humo de las orejas -Debe estar camino al despacho del primer ministro-

-Exacto- Coincidió Rose, se levantó de su lugar y antes de que alguno de los presentes pudiese detenerla corrió fuera de la sala, la cuál, era una completa locura.

Sabía perfectamente el camino al despacho de su madre, intentaría primero allí, si su madre intentaba hechar abajo la propuesta de Angelique lo más seguro es que fuera por "pruebas" u otras cosas en que respaldarse a su oficina, su madre era así: se basaba en situaciones establecidas, en todo lo que estuviese comprobado o fuese según lo dictado por el sistema, su madre sacaba conclusiones basándose en libros, pocas veces imaginaba o pensaba más allá, su mente era muy cerrada.

Rose siempre había preferido darle la vuelta, al igual que su hermano y su padre, cuando su madre tenía algo en la cabeza preferían seguirle la corriente y declararse completamente de acuerdo, así evitaban que ella diera una larga lista de hechos por los cuales tenía razón.

Pero no podía seguir así.

Ella no siempre había visto más allá de la tinta en los libros, antes de entrar a Hogwarts pensaba exactamente igual a su madre, pero llegó el punto en que se dio cuenta que no tenía su memoria y debía de ver más allá.

¿Fue difícil?

Fue terrible, pero se percató que viendo más allá del papel podía experimentar y ampliar sus conocimientos.

Llegó fuera del despacho de su madre, no se sorprendió al no encontrar a Phoebe, la asistente de su madre, la chica solía tener una confianza ciega en las palabras de su madre, debía de estar dentro del despacho de ella, camino con decisión, giró la perilla y entro.

Rose no pudo evitar hacer una mueca.

Su madre, Phoebe, el Sr. Harrison (del departamento de su madre) y su padrino Harry parecían estar en medio de una discusión. Todos guardaron silencio en cuanto la vieron entrar, la mirada de todos fue de confusión, después la de algunos fue de molestia, incluida su madre.

-Rose, te veré más tarde- Rose respiró profundamente, sabía que se avecinaba una buena.

-Necesito hablar con usted madre, ahora- El Sr. Harrison bufo molesto, Phoebe hizo una mueca, su tío Harry torció la boca. Le mantuvo firmemente la mirada a su madre, la cuál estiró el cuello y la fulminó con la mirada.

-Estoy ocupada Rose-

-Puedo verlo-

-¿Entonces porque sigues aquí?-

-Lo que tengo que decir es más importante- La mirada de su madre brillo, estaba furiosa, pero no había vuelta atrás.

-Rose-

-Madre- Su tío Harry intervino, él conocía a su madre furiosa y al parecer intuía que se desataría una guerra.

-Creo que es mejor que salgamos, retomemos esto en unos minutos-

Los Herederos de MerlínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora