Los Herederos de Merlín

Enamorados

Febrero había llegado a Hogwarts, con ese mes llegaban varias cosas: el día de los enamorados, la primera salida a Hogsmade, el partido de Durmstrang contra Beauxbaton y la segunda prueba del torneo.

Por si todos no estaban suficientemente nerviosos, los profesores habían comenzado a presionarlos cada día más con el tema de los TIMOs: más lecturas, más ensayos y más práctica. Todos decían que era tan inteligente como su madre, ella nunca se había sentido de esa manera; le gustaba leer y aprender, pero no tenía la privilegiada memoria de su madre o su hambre insaciable de aprendizaje, solía pensar que todo el mundo esperaba que fuera la siguiente "Hermione Granger", pero todo eso cambió cuando Elizabeth llegó a su vida.

Elizabeth no tan solo era su mejor amiga, había sido su ancla a la realidad, cuando entraron a Hogwarts ella había entrado con la mentalidad de ser como su madre, había intentado memorizar cada uno de los libros del curso, en la primera semana de clases se dio cuenta que no sabía tanto como su madre y que había otra alumna que estaba destinada a ser la mejor bruja de su generación, esa misma alumna la había visto estresada en el Gran Comedor, intentando "ser la mejor", recordó que Elizabeth se sentó frente a ella, la observó por unos instantes y después comenzó a cerrar los libros, ella lo había tomado a mal.

-¿Qué haces?- Le dijo molesta, estaba enojada, Elizabeth parecía hacer todo bien en cada una de las clases, aunado a eso, Lucy no paraba de decirle que Elizabeth parecía ser tan inteligente como su madre.

-¿Qué haces tú?- Le dijo Elizabeth curiosa -No tenemos tarea ¿Por qué estás aquí sola? Vamos al lago, Roxanne me dijo que si lanzamos comida el calamar gigante saldra-

-Necesitó repasar la clase de encantamientos-

-¿Por qué?- Elizabeth la miró con el ceño fruncido -Ayer estabas repitiendo los encantamientos que veremos en todo el curso una y otra vez-

-Y aun así me confundí hoy en la clase-

-Cualquiera puede confundirse- Le dijo Elizabeth amablemente, pero eso la hizo sentir más frustrada.

-Tú no te confundes, tú siempre sabes qué contestar- Le recriminó, Elizabeth la miró sorprendida, después confundida y al final la miró con simpatía.

-¿Por qué estudias?- Le pregunto tranquilamente.

-Ya te lo dije Elizabeth, me confundí...-

-Me refiero a ¿Por qué intentas aprenderte todo? Ninguna persona lo sabe todo-

-Mi madre si- Defendió ella, Elizabeth la miró fijamente, sonrió un poco y le tomó la mano.

-Cada persona tiene capacidades diferentes, tú no eres tú madre, eres Rose Weasley-Granger- Elizabeth pareció medir sus palabras -He escuchado comentarios de los profesores y de tus primos, todos parecen dar por hecho que eres una copia de tu madre, pero con la apariencia Weasley- Dijo Beth con una pizca de gracia, después la miró un poco más seria -Debes ser tu misma Rose, de acuerdo a tus capacidades y forma de ser, no deberían presionarte ni deberías presionarte- Rose sentía un nudo en su estómago -Creo que eres una persona inteligente y capaz, pero debes vivir a tu manera, no a la manera que esperan los demás- Ella no dijo nada, no sabía que decir -Ahora dime... en verdad ¿Qué quieres hacer?-

-Me gustaría ir a ver al calamar gigante- Elizabeth sonrió con alegría

-Bien, vamos-

-¿En qué piensas?- Le preguntó Scorpius amable, él estaba recostado en sus piernas leyendo un libro de pociones avanzadas, Angelique se lo había enviado con Ted y Ted se lo había dado esa mañana, Rose noto que tenía algunas anotaciones, seguro puestas allí por Angie.