Los Herederos de Merlín

Conociendo a las personas

Albus había quedado inconsciente después de la señora Pomfrey lo obligo a tomar una poción para dormir, no lo veía necesario pero ella le había dicho "Si no tomas esta poción no te dejaré ir hasta mañana en la tarde", no tenía ninguna intención de quedarse más de lo necesario en la enfermería.

Cuando despertó sintió que alguien le estaba tomando la mano, cuando abrió los ojos lo primero que vio fue un tonalidad rojiza, parpadeo un par de veces para encontrarse con la mirada de su madre.

-Oh Albus, ¿Cómo te sientes?- Su madre le acarició la mejilla con una sonrisa.

-Me siento bien madre, no fue nada grave- Movió el brazo y la pierna para verificar que estaba todo bien.

-Eso no importa, nos has preocupado- Su padre estaba parado frente a su cama -Fueron muy inconscientes en practicar en un aula tan pequeña debieron de pedir un aula especial para esto a un profesor o ir al campo de entrenamiento- Lo miro sonriendo de lado -No tiene caso que te regañemos o sigamos con este asunto, eres inteligente ya debiste darte cuenta que estuvo mal-

-Lo sé papá- Le dijo Albus en voz baja, no le gustaba preocupar a sus padres o decepcionarlos.

Ser hijo de Harry Potter y Ginny Potter era una preocupación constante para Albus, él sabía que pasaba lo mismo con sus hermanos; sus padres eran héroes de guerra, personas importantes en el mundo mágico, respetados por los magos y brujas de Gran Bretaña así como de otras partes del mundo, su padre había sido el "Elegido" y su madre una gran jugadora de Quidditch, él como su hijo era observado constantemente; se percató de esto en el Mundial de Quidditch 2014 donde su vestimenta, movimientos y expresiones fueron maliciosamente malinterpretadas por Rita Skeeter en el periódico el Profeta, ese día su madre le quito el periódico de las manos y lo lanzo al fuego pero él había comprendido que como hijo de Harry Potter el mundo mágico esperaba muchas cosas de él; su hermano era más relajado en ese aspecto, no le interesaba si hablaban bien o mal de él, él siempre decía que era hijo de Harry Potter no su clon mientras que su hermana era un punto intermedio, le importaba lo que hablaran de ella pero no lo suficiente para procurar ser perfecta.

-Lo importante es que todos están bien, no le hemos dicho nada a tu tía Hermione, no sabíamos que Rose había estado contigo hasta que la directora ayer en la noche cuando llegamos, es bueno que vuelvan a ser amigos-

-Sí, es bueno- Albus intento sonar lo más alegre posible, definitivamente su prima y él no era amigos.

-Buenos días madame- Albus escuchó la alegre voz de Elizabeth entrando la enfermería.

-Buenos días Malware ¿A qué has venido?- La señora Pomfrey estaba acomodando unas botellas en un armario frente a Albus.

-¿Sigue Albus aquí? Tengo un mensaje de Robert-

-Sí, sigue aquí, lo revisaré y puedes hablar con él- Albus no podía ver bien pues sus padres habían corrido las cortinas alrededor de él.

-Madame- La saludo su padre cuando esta entró.

-Potter- Le dijo esta sonriente tomando una de las manos de su padre-Me alegra verlos- Después tomo las de su madre -Aunque en mejores condiciones- Miro a Albus severa.

-Nosotros ya estuvimos aquí en peores condiciones- Dijo su padre sonriendo de lado, madame solo movió la cabeza negativamente.

-Ya está todo en orden, ya te puedes ir, procura no meterte en problemas de nuevo, ¿Quieren una taza de té?- Le dijo a sus padres.

-No, gracias Poppy- Le dijo su madre tranquilamente -Tengo que ir a la redacción del Profeta y Harry debe ir al ministerio, en otra ocasión-

-Muy bien, muy bien- Se giró y salió por la cortina -Malware, pasa-