‣ Capitulo 14

200 22 22
                                    


— ¿Qué tal el fin de semana?—Me pregunta Dean después de darme un caluroso abrazo.

Aprieto los labios. ¿Qué le respondo a eso? Quizá la verdadera respuesta que le hubiese dado sería: Pues a Annie y a mí se nos ocurrió la fantástica idea de espiar a mamá en una fiesta peligrosa porque uno de sus amigos que se bebe el bar entero en un día nos dijo que su novio es un tipo de mala leche y debemos alejarla de él, cosa que resultó contradictoria porque ahora con lo que descubrimos no podemos dar una explicación lógica, ah y por si fuera poco me enrolle brevemente con su hijo, mi hermanastro, y digo brevemente porque la que parece ser su novia nos cachó y tuve que huir como cenicienta, y la cereza del pastel fue recordar que le deje un poco de labial rojo en los labios, ¿Qué tal, eh? ¿Cuánto le pones del uno al diez? Pero en cambio sólo suelto un pequeño suspiro y opto por ser breve, Dean no merece saber lo tormentosa que mi vida se ha vuelto últimamente, y sé que está mal ocultarle las cosas cuando él acostumbra a decirme todo, pero lo último que quiero es hacer que se preocupe por mí. Más de lo que ya lo hace.

—Descanse como nunca, no me separe de mi cama ni un solo segundo del día. —mis labios pintan media sonrisa, eso no es del todo una mentira, realmente si lo hice, pero la mitad del domingo. Al día siguiente de la fiesta en Jungla Annie y yo abordamos el tema en nuestra habitación haciendo toda clase de conexiones que sonaban ilógicas y la única cuerda que se salvo fue la que mencionaba que Gustav era barman de esa zona privada y obtenía privilegios.

Se me hace un hueco en el estómago al pensar que puedo estar en un error.

—Presumida. —Arruga la nariz.

Suelto una leve carcajada. —, tú preguntaste no te quejes.

—Me hubiera gustado ser tú este fin de semana, yo no tuve descanso alguno, mi madre me pidió ayuda para limpiar nuestra casa de campo y apenas volví en la mañana. —dice soltando el aire agotado.

«Créeme que no te hubiese gustado ser yo, amigo» Pienso.

— Por cierto mis amigos me pidieron que te preguntara como te la pasaste en la fiesta, ¿Te gustó? 

—Me encanto, me divertí mucho en ese lugar, tus amigos son geniales. —Le aseguro. Unos más geniales que otros, por supuesto.

Sonríe. —, ese era el objetivo, prometo llevarte a más, claro, si tú quieres.

Asiento y me siento aliviada de que no haya hecho más preguntas al respecto.

Abro la puerta del mostrador y me meto detrás de la caja, al cerrarla giro la mitad de mi cuerpo para alcanzar el mandil y ponérmelo. Espero que este día no sea tan pesado.

— ¿Cómo van las cosas con tu madre? ¿Sigue molesta contigo y tu hermana? —Me alcanza una caja de separadores para volver a rellenar el cilindro de cristal en donde regularmente se encuentran.

Aprieto un poco los labios. —, realmente ya no sé, tiene sus días buenos y malos.

No hemos cruzado palabra alguna con mi madre desde la noche de la cena y si llegamos a hacerlo sólo son cosas básicas que se responden con "sí" o "no".

Dean hace una mueca triste y me da un apretón en la mano que tengo desocupada.

—Te aseguro que ya se le pasará.

—Eso espero. —Suspiro creyendo que esa posibilidad está demasiado lejos por el momento.

Nuestra conversación cambia de rumbo y ahora nos encontramos charlando sobre su amiga Sam, Dean me contó lo que Trevor menciono en la fiesta sobre la relación que mantuvieron años atrás y sus buenos términos, agrego también que estuvieron hablando durante el fin de semana sobre darse otra oportunidad, él luce demasiado inseguro no quiere que las cosas está vez acaben mal y lo entiendo, si estuviera en su lugar supongo que me encontraría en el mismo dilema.

PELIGROSO DESEO || LIBRO 1 +18 [✓] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora