Parte sin título 8

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-Es extraño...


El color rojo manchó la pared una y otra vez.


-Es extraño... es extraño como un concejo inocente poder ser pervertido por el arte hasta volverse un crimen.


Los chorros de sangre se multiplicaron hasta convertirse en una capa brillante y grasosa. El artista contemplaba su obra con cansancio, pero consiente que había logrado tocar lo más profundo de su conciencia.


-Es extraño...


El olor a óxido lo excitaba.


-El sadismo es un arte.


Johnny contempló la pared pintada de rojo y se sintió satisfecho. Las vísceras aplastadas contra las tablas le daban un toque maestro a su obra macabra. Incluso hubiese jurado que en los ojos vacíos de sus víctimas, había algo de admiración.


-Ha sido un placer.- Dijo el homicida haciendo una exagerada reverencia.


-¿Qué has estado haciendo?- Preguntó ardilla aplastada cuando vio al joven emerger del sótano manchado de sangre.


-Alimentándolos, tal y como querías. Pero estoy cansado y ahora soy yo el que necesita comer.


-¿Comer? ¿Comer qué? Aquí no hay nada para comer.


Johnny se sirvió un vaso de agua y se sentó junto a la ardilla.


-Te miro y se me revuelven las tripas ¡Estás podrida, mierda!


-¿Podrida? Eres tú el que asesina personas solo porque está de mal humor.


-Estoy hablando en serio, realmente estás podrida. Llevas varios días con el vientre abierto y hueles algo bastante mal.


-Entonces tengo una fecha de caducidad ¿Acaso no la tienen todas las cosas? ¿No la tienes tú?


Johnny tomó en dos sorbos el contenido del vaso y lo dejó caer sobre la mesa. Estaba pensativo. Más que de costumbre.


-Ven. Tengo que mostrarte lo que hice.


Levantó al animal muerto y bajó al sótano con un renacido entusiasmo (como de costumbre, sus emociones se habían transformado de un momento a otro)


-¿Qué has hecho?- Preguntó el animal al ver la carnicería que Johnny consideraba arte.- ¿Quiénes son estas personas?


-Conductores irritables.- Contestó el joven encogiéndose de hombros.


Los recientemente desangrados "conductores irritables" miraban con los ojos vacíos al joven homicida. Éste les devolvía la mirada considerando a cada uno como un trofeo personal.


-No te equivoques, niño, no eres un artista, solo estás confundido.


-¿Qué quieres decir con "confundido"?


Johnny frunció el ceño. La pared ensangrentada tenía en ese momento un toque especial, una prodigiosa combinación de tonalidades rojas y negras y no entendía como alguien podía menospreciar su trabajo.


-¿De dónde sacaste una idea tan estúpida? ¿Quieres dejar un mensaje de tu alma en esa pared con sangre que nadie aparte de nosotros verá jamás?


-Tengo mi público.- Dijo el joven señalando a la pila de cadáveres amontonados junto a su obra.- Y pronto será un público vivo, lo juro.


-¡Silencio! ¡Esto no es un espectáculo! ¿No te das cuenta de lo que estás haciendo? Estás perdiendo el rumbo y no haces lo que debes hacer.


-¿Y qué es exactamente lo que debo hacer? ¿Debo ser manipulado por las palabras vacías de una cosa hecha de larvas de mosca y parásitos rastreros? ¡No soy un esclavo! ¡Nadie me va a manipular nunca más! ¡Nunca más!


Los ojos del homicida se iluminaron de rabia. Por un segundo estuvo a punto de arrojar a la ardilla al suelo, junto a los cuerpos sin sangre de sus víctimas, pero pudo contenerse.


-No existe tal cosa como la que llaman libertad.- Dijo la voz vacía del animal.- Siempre vas a ser esclavo de algo, ya sea de nosotros o de esos impulsos no humanos que te sumergen esa esa retorcida idea que tienes de creatividad.


Johnny guardó silencio.


"Si no te gustan lo que dicen, cállalas para siempre".


Contempló la pared, despertando de esa perturbadora belleza que creaba de crear. Las voces en su cabeza resucitaban sus frustraciones y el aprecio a su obra iba perdiendo fuerza.


"Cállalas para siempre"


-Le falta algo.


-¿De qué estás hablando?


El último toque de su obra voló por los aires arrojado con todas sus fuerza. La ardilla chocó contra la pared y calló al suelo haciendo un sonido viscoso mientras que sus malolientes entrañas se mezclaron con la sangre formando un menjunje espeso.


-É Voila.- Rió Johnny haciendo reverencias a un público imaginario.


Satisfecho de su trabajo y una vez más en absoluta soledad, el joven emergió a la superficie de la casa dejando el sótano a oscuras.

Johnny el Homicida Maníaco (Fanfic de la obra de Jhonen Vásquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora